lunes, 30 de julio de 2018

No se puede servir a dos Señores. Sirves a Dios o al Diablo

No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra. El que siembra para agradar a su naturaleza pecaminosa, de esa misma naturaleza cosechará destrucción; el que siembra para agradar al Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna. No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.(Galatas cap.6.Vers 7-9)
Cuando servimos a los hermanos, al Señor estamos atendiendo. El servicio es un don y una alegría
 Hola. Te pido que hagamos un alto en nuestra vida y pensemos: 
¿A quien estamos sirviendo realmente? A Dios o al Demonio?

Piensa. Pensemos. 
Lo que es de la carne produce podredumbre. Y lo que es del Espíritu produce espíritu.

¿Hacia donde se inclina la balanza de tu vida?
¿Eres realmente un hombre, una mujer espiritual?
¿Tienes pequeñas debilidades de las cuales no puedes desprenderte?

Piensa: Nada impuro puede entrar a la presencia del Señor.
  "Nunca entrará en ella nada impuro, ni los idólatras ni los farsantes, sino sólo aquellos que tienen su nombre escrito en el libro de la vida, el libro del Cordero". (Ap. 21.27)



Si hoy el Señor te viniera a buscar ¿Quien te llevaría? ¿Los demonios o los ángeles del Señor?
Es tiempo de reflexionar, de comenzar a trabajar para eliminar las impurezas de nuestro ser, y de empezar una nueva vida.
Bendiciones hermanos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario