La Renovación Carismática de la Diócesis de Los Ángeles ora por el Padre Carlos y agradece a Dios su servicio generoso de tantos años. |
En horas de este noche ha partido al encuentro del Señor el Sacerdote Carlos Aldunate. Siendo un entusiasta colaborador de la RCC y uno de sus iniciadores en Chile, estuvo toda su vida dedicado a dar retiros y a servir en el ámbito de la renovación carismática. Por supuesto, además de toda su fructífera labor sacerdotal y su cantidad de libros de divulgación religiosa. Nos quedamos en oración y con tristeza
Seleccionamos algunos párrafos de una entrevista del diario digital Portaluz:
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El padre Carlos, doctor en filosofía por la Universidad de Lovaina (1948), en sus 72 años de sacerdocio se ha esmerado en guiar hacia Dios a miles de personas… Predicando retiros, escribiendo decenas de libros, celebrando eucaristías, confesando o acompañando la vida espiritual de personas vinculadas al Centro de Espiritualidad Sagrada Familia y la Asociación Privada de Fieles EFEC, ambas que él mismo fundó.
La providencia quiso que el joven Jorge Mario Bergoglio –hoy Papa Francisco-, en su período de formación hacia el sacerdocio pasara una temporada en Chile (1960) y que su profesor fuese padre Carlos. En declaraciones a diario El Mercurio del año 2013, tras proclamarse la buena nueva del Habemus Papam, recordó a Papa Francisco como “un buen alumno y una persona cariñosa… muy entusiasta y colaborador”.
Pero este sacerdote ha destacado también como testigo directo y ministro de diversas gracias que han otorgado sanación a personas afectadas de enfermedades físicas y liberación de otras, dañadas debido a la acción del demonio:
Padre, usted es autor del libro “El demonio doctrina y práctica católica”. ¿Qué lo motivó a escribir sobre el Demonio?
Me parece que fue el primer librito que escribí sobre eso… Surgió a propósito de un discurso de Pablo VI el año 1972. Creo que fue eso. (Refiere a la Audiencia General del 15 de Noviembre de 1972, que Papa Pablo VI inició señalando: “¿Cuáles son hoy las necesidades mayores de la Iglesia? No os suene como simplista, o justamente como supersticiosa e irreal nuestra respuesta; una de las necesidades mayores es la defensa de aquel mal que llamamos Demonio.”)
¿Usted ha efectuado exorcismos?
Bueno, yo he orado, sí. En las órdenes menores hay una que se llama Exorcista. De modo que todo sacerdote ha pasado por una consagración y oración para ser Exorcista. Ahora el ejercicio del exorcismo se puede decir que está reservado por los obispos y a veces yo he pedido autorización del obispo para hacer algún exorcismo, sí.
¿Padre, la mayoría de los exorcistas coinciden en que las posesiones son escasas… significa que no es tan poderoso el demonio?
Es decir, no sé si son tan escazas. En la Biblia, en el Nuevo testamento, allí hay varios casos de posesión demoniaca y Jesús actúa echando fuera al demonio. Algunos dicen que probablemente en países, diríamos paganos, hay más posesiones que en países cristianos.
¿A lo largo de su vida se ha encontrado a menudo con el demonio?
Con el demonio no, con gente oprimida, con gente afligida por el demonio sí. Yo me acuerdo que estando en Perú con el padre norteamericano MacNutt estuvimos orando por un joven que trajeron -o llegó por sí mismo-. Un joven de más o menos veinte años, -no me acuerdo si era norteamericano-, que creía estaba oprimido por el demonio… Dos o tres años después yo pasé por ahí y tuve ocasión de ver al joven y le pregunté por su vida. Estaba tranquilo, realmente se había liberado. De modo que a la pregunta sobre si el demonio existe y oprime, la respuesta es sí.
¿Qué costos ha tenido para usted realizar exorcismos?
Es decir, en general el exorcista no tiene por qué estar temiendo contaminarse, no. Creo que eso depende de la persona… Así como un médico no necesariamente terminará siendo un depresivo si atiende a depresivos. Pero creo que a veces hay sacerdotes a quienes les toca parroquias de mucho dolor, de mucha pobreza, de amargura, que hasta cierto punto se van contaminando. Por eso es importante que los sacerdotes también tengan su contacto con otros sacerdotes y también se me ocurre que una persona que está en un manicomio y tratando todo el tiempo con depresivos se puede ir poniendo un poco depresivo. Por lo menos está con un panorama muy negativo. Por eso la higiene mental exige que uno haga ejercicios, ejercicios Ignacianos y se encuentre también con otros aspectos del servir.
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