Respondiendo al LLamado del Señor como Servidor Diocesano
Cuando el Hermano Cecil, Coordinador Diocesano de la R.C.C.me llamó para informarme que el Obispo me había confirmado como nuevo Servidor de la Renovación en la Diócesis, confieso que me sentí intimidado por la responsabilidad que se venía sobre mis hombros. Sé que Servir al Señor es una misión de gran compromiso,y que va mas allá de nuestras capacidades humanas , pero también se que nos ponemos bajo el Poder de Dios, que obra a través de los que responden a su llamado.
Sabemos que todo es posible para los que aman al Señor, y me conforta el hecho de que en la Historia Sagrada generalmente no fueron grandes hombres los llamados por el Señor:
David era un niño, y fue llamado para vencer a Goliat y ser a futuro un gran rey, cuando habían en su familia otros que eran , humanamente hablando, más capacitados . Sin embargo, Dios lo llamó a él.
Moisés era tartamudo....¿ cómo iba a poder llamar a su pueblo a la liberación de Egipto quién no tenía la capacidad de explicarse al menos con relativa fluidez para convencer a su pueblo de que el Señor les tenía una tierra prometida, muy lejos de la seguridad de sus hogares?
En fin, aún cuando la misión que el Señor me ha encomendado es mucho más sencilla que la de David y la de Moisés , siento cierto santo temor de Dios , pero confío en la Misericordia del Señor , en su Divina Providencia, en la asistencia del Espíritu Santo , y en el apoyo de mis hermanos para que el Señor haga maravillas en nuestra Diócesis.
Nuestra Misión
Recuerdo el texto de cuando el Señor llamó a Samuel:
" Yahvéh llamó a Samuel, y él respondió ¿para qué me has llamado?"(Isaias.3,4-3,6)
Si ponemos este texto en oración , entenderemos lo siguiente:
El Señor nos ha llamadopor nuestro nombre: Así como Dios llamó a Samuel, hoy nos llama a nosotros a través de la oración y el discernimiento de los hermanos. Tendremos que tener entonces la fe y la certeza de que El Señor nos ha llamado a un servicio, lo que significa responder , y saber que él estará con nosotros para apoyarnos en la misión que nos ha encomendado.
Hay una respuesta de Samuel: Obviamente, Samuel , al escuchar la voz de Dios ,podía haberse hecho el sordo, o pensar que era sólo su imaginación, y desentenderse del llamado. Sin embargo Samuel aceptó que era Dios el que llamaba, y respondió. Asi también nosotros, tenemos varias alternativas, y debemos elegir la correcta, según los deseos del Señor.
La consulta de Samuel: ¡ Qué profunda es la respuesta de Samuel ¡ . Al aceptar el llamado del Señor, inmediatamente le pregunta: "¿para qué me has llamado?". Y esta creo que es la actitud fundamental del dirigente cristiano: Ponerse en oración, de rodillas ante el Santísimo, leer la palabra de Dios , silenciarse, para escuchar en su corazón la voz del Señor que le responde cuál es la misión, y qué quiere hacer a través de nosotros. Si asi lo hacemos , sabremos que estamos en sintonía con los deseos del Señor, y no enfrascados en un activismo que quizás es sólo pensamiento humano y no la respuesta que Dios espera de sus servidores.
Queridos Hermanos de la R:C:C: : Es la hora de inclinar el rostro y abrir el corazón, para preguntarle al Señor qué quiere de nosotros. Entonces Dios nos hablará , y los cielos se abrirán para derramar una lluvia de bendiciones entre el Pueblo de Dios.
Al aceptar el llamado del Señor para servir en la R.C.C. Diocesana, inclino el rostro , y le pregunto al Señor: ¿ para qué me has llamado ?... y todos los hermanos que sintieron que el Señor pedía mis servicios, se unirán en oración para preguntar : Señor....¿ En qué podemos colaborar para responder a tu llamado?
El Señor responderá...
y seremos testigos del Poder de Dios.Sabemos que todo es posible para los que aman al Señor, y me conforta el hecho de que en la Historia Sagrada generalmente no fueron grandes hombres los llamados por el Señor:
David era un niño, y fue llamado para vencer a Goliat y ser a futuro un gran rey, cuando habían en su familia otros que eran , humanamente hablando, más capacitados . Sin embargo, Dios lo llamó a él.
Moisés era tartamudo....¿ cómo iba a poder llamar a su pueblo a la liberación de Egipto quién no tenía la capacidad de explicarse al menos con relativa fluidez para convencer a su pueblo de que el Señor les tenía una tierra prometida, muy lejos de la seguridad de sus hogares?
En fin, aún cuando la misión que el Señor me ha encomendado es mucho más sencilla que la de David y la de Moisés , siento cierto santo temor de Dios , pero confío en la Misericordia del Señor , en su Divina Providencia, en la asistencia del Espíritu Santo , y en el apoyo de mis hermanos para que el Señor haga maravillas en nuestra Diócesis.
Nuestra Misión
Recuerdo el texto de cuando el Señor llamó a Samuel:
" Yahvéh llamó a Samuel, y él respondió ¿para qué me has llamado?"(Isaias.3,4-3,6)
Si ponemos este texto en oración , entenderemos lo siguiente:
El Señor nos ha llamadopor nuestro nombre: Así como Dios llamó a Samuel, hoy nos llama a nosotros a través de la oración y el discernimiento de los hermanos. Tendremos que tener entonces la fe y la certeza de que El Señor nos ha llamado a un servicio, lo que significa responder , y saber que él estará con nosotros para apoyarnos en la misión que nos ha encomendado.
Hay una respuesta de Samuel: Obviamente, Samuel , al escuchar la voz de Dios ,podía haberse hecho el sordo, o pensar que era sólo su imaginación, y desentenderse del llamado. Sin embargo Samuel aceptó que era Dios el que llamaba, y respondió. Asi también nosotros, tenemos varias alternativas, y debemos elegir la correcta, según los deseos del Señor.
La consulta de Samuel: ¡ Qué profunda es la respuesta de Samuel ¡ . Al aceptar el llamado del Señor, inmediatamente le pregunta: "¿para qué me has llamado?". Y esta creo que es la actitud fundamental del dirigente cristiano: Ponerse en oración, de rodillas ante el Santísimo, leer la palabra de Dios , silenciarse, para escuchar en su corazón la voz del Señor que le responde cuál es la misión, y qué quiere hacer a través de nosotros. Si asi lo hacemos , sabremos que estamos en sintonía con los deseos del Señor, y no enfrascados en un activismo que quizás es sólo pensamiento humano y no la respuesta que Dios espera de sus servidores.
Queridos Hermanos de la R:C:C: : Es la hora de inclinar el rostro y abrir el corazón, para preguntarle al Señor qué quiere de nosotros. Entonces Dios nos hablará , y los cielos se abrirán para derramar una lluvia de bendiciones entre el Pueblo de Dios.
Al aceptar el llamado del Señor para servir en la R.C.C. Diocesana, inclino el rostro , y le pregunto al Señor: ¿ para qué me has llamado ?... y todos los hermanos que sintieron que el Señor pedía mis servicios, se unirán en oración para preguntar : Señor....¿ En qué podemos colaborar para responder a tu llamado?
El Señor responderá...