domingo, 1 de julio de 2018

Misa de la RCC de julio en Los Angeles fue un río de Agua Viva

 La misa de hoy estuvo basada en la providencial lectura del evangelio de Marcos cap. 5 vers.21 al 43.
 En este texto nos encontramos con Jairo y con la Mujer hemorroisa. Ambos reciben un milagro del Señor: La hija de Jairo es resucitada por el Señor, y la mujer sana de una hemorragia que la tenía esclavizada por largos 12 años, en los cuales había perdido casi todos sus bienes.
Ambos reciben el milagro por su gran fe: La mujer pensó que con solo tocar el manto de Jesús quedaría sana; Jairo le dice a  Jesús que basta con que él toque a su hija para que esta sane. Una Fe activa de ambos, que mueve el milagro.
Hoy oramos por los enfermos. Por los que tienen enfermedades en el alma y en el cuerpo. Por los que nos han pedido oración en la página. La mujer hemorroisa se fue sana del cuerpo y del alma. Jesús le dijo que se fuera en Paz. 
Nos fuimos en Paz y con la fe aumentada. Jesús le dijo a Jairo que bastaba que tuviera fe y su hija resucitaría. Así fue.
En esta misa hemos recibido una fuerte enseñanza sobre la fe de manos de Jairo y la mujer hemorroisa. Todo a través de la explicación del Padre Gustavo Avello.
Veamos algunos testimonios gráficos:
"Con solo tocar el manto quedaré sana": 
Aquí los hermanos van tocando en fe el manto de Jesús, poniendo en la canasta todas sus enfermedades y angustias. En el Altar el Señor estará y tocará mi enfermedad. Un acto de fe viva.

"Mi niña está en las últimas; ven, pon las manos sobre ella, para que se cure y viva".
El dolor de Jairo y su esperanzada plegaria se repite en esta foto: Que el Señor ponga sus manos sobre tanto dolor y desconsuelo de sus hijos que claman por su misericordia con fe.

–Ves como te apretuja la gente y preguntas: «¿quién me ha tocado ?»
Aquí estaba el Señor. Y muchos estaban en el templo para escucharlo y adorarlo. Todos queríamos estar cerca de El, y así fue. El Señor en el Santísimo es Jesús mismo que se pasea en medio de su pueblo enseñando, pastoreando.

–No temas; basta que tengas fe.
 Emulando la fe de Jairo, en esta misa de sanación nos aferramos a Jesús en nuestros dolores y esperanzas,y le rogamos que aumentara nuestra fe para ser sanados. De rodillas la asamblea orante adoraba al Señor. El nos dejó en el corazón sus palabras que resuenan hasta hoy; "no temas".


"En aquel tiempo Jesús atravesó de nuevo a la otra orilla"
El Señor después de la Misa, en el tiempo de adoración. aquí estamos adorándolo. Mucha gente se reunió a su alrededor para escucharlo y para clamar por sus necesidades como lo hizo Jairo y la mujer que padecía hemorragias. Aquí te adoramos Señor.



"Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y con salud"

Al comulgar recibimos a Jesucristo de una manera real y substancial. Es una unión real, no es un buen deseo o un símbolo. El sacramento de la Eucaristía es una unión íntima con Dios que nos llena de su Gracia.

"Quien come mi carne y bebe mi sangre está en mí y yo en él"   (Jn, 6,56).

–Talitha qumi (que significa: contigo hablo, niña, levántate).
 El Señor está en el altar. Aquí le entregamos nuestra necesidad para que él la toque con Su Amor. El Señor tiene el mismo poder hoy y puede sanar toda dolencia. Cree en El. Pide, clama.

 –"Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y con salud."
176 La fe es una adhesión personal del hombre entero a Dios que se revela. Comprende una adhesión de la inteligencia y de la voluntad a la Revelación que Dios ha hecho de sí mismo mediante sus obras y sus palabras.

177 "Creer" entraña, pues, una doble referencia: a la persona y a la verdad; a la verdad por confianza en la persona que la atestigua.

178 No debemos creer en ningún otro que no sea Dios, Padre, Hijo, y Espíritu Santo.

179 La fe es un don sobrenatural de Dios. Para creer, el hombre necesita los auxilios interiores del Espíritu Santo.(Catecismo de la Iglesia)



Tañed para el Señor, fieles suyos,
dad gracias a su nombre santo;
su cólera dura un instante,
su bondad, de por vida;
al atardecer nos visita el llanto,
por la mañana, el júbilo.(Salmo 29)


En esta misa de Sanación nos hemos encontrado con el Señor que sana a la mujer enferma después de doce años de infructuosos tratamientos. Su fe y el Amor del Señor la sana y la salva. También conocimos a Jairo, quien cree que si el Señor toca a su hija esta sanará-  Como Jairo, podemos pedir al Señor que a través de nuestras manos orantes,y enel Nombre de Jesús, toque a los enfermos?. Por supuesto, Esa es nuestra misión evangelizadora.
 Estamos alegres de saber que nuestro Señor tiene poder y que nos Ama. Por eso cantamos y alabamos con canciones llenas de poder: el poder de la Alabanza.

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