jueves, 22 de agosto de 2019

Invitación a Misa y Oración por los Enfermos en Los Angeles


Con la brisa de la primavera que llega, viene esta invitación para ti.

El 01 de septiembre a las 16 horas, nos congregamos a vivir esta Misa especial en la Parroquia San Francisco de Los Ángeles.

¡Nada mejor que entregar todas nuestras alegrías y tristezas al Señor de la Vida!


CRISTO SIGUE SANANDO HOY:


Cristo, médico
1503 La compasión de Cristo hacia los enfermos y sus numerosas curaciones de dolientes de toda clase (cf Mt 4,24) son un signo maravilloso de que "Dios ha visitado a su pueblo" (Lc 7,16) y de que el Reino de Dios está muy cerca. Jesús no tiene solamente poder para curar, sino también de perdonar los pecados (cf Mc 2,5-12): vino a curar al hombre entero, alma y cuerpo; es el médico que los enfermos necesitan (Mc 2,17).

 Su compasión hacia todos los que sufren llega hasta identificarse con ellos: "Estuve enfermo y me visitasteis" (Mt 25,36). Su amor de predilección para con los enfermos no ha cesado, a lo largo de los siglos, de suscitar la atención muy particular de los cristianos hacia todos los que sufren en su cuerpo y en su alma. Esta atención dio origen a infatigables esfuerzos por aliviar a los que sufren.


1504 A menudo Jesús pide a los enfermos que crean (cf Mc 5,34.36; 9,23). Se sirve de signos para curar: saliva e imposición de manos (cf Mc 7,32-36; 8, 22-25), barro y ablución (cf Jn 9,6s). Los enfermos tratan de tocarlo (cf Mc 1,41; 3,10; 6,56) "pues salía de él una fuerza que los curaba a todos" (Lc 6,19). Así, en los sacramentos, Cristo continúa "tocándonos" para sanarnos.
                                 (Catecismo de la Iglesia Católica)

domingo, 11 de agosto de 2019

Invitación a Celebración a María Santísima




Ya lo ves. el jueves 15 de agosto desde las 15 horas estaremos en el Templo del Verbo Divino celebrando la importante fiesta de la Asunción de la Virgen y reflexionando sobre el rol valioso que ha tenido la Madre Santísima en la historia de la Salvación. Estaremos hasta las 18 horas orando y cantando y pidiendo al Espíritu Santo que la Gracia que llenó a la Madre de Dios nos toque íntimamente también a nosotros.
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Totalmente unida a su Hijo...

964 El papel de María con relación a la Iglesia es inseparable de su unión con Cristo, deriva directamente de ella. "Esta unión de la Madre con el Hijo en la obra de la salvación se manifiesta desde el momento de la concepción virginal de Cristo hasta su muerte" (LG 57). Se manifiesta particularmente en la hora de su pasión:

«La Bienaventurada Virgen avanzó en la peregrinación de la fe y mantuvo fielmente la unión con su Hijo hasta la cruz. Allí, por voluntad de Dios, estuvo de pie, sufrió intensamente con su Hijo y se unió a su sacrificio con corazón de madre que, llena de amor, daba amorosamente su consentimiento a la inmolación de su Hijo como víctima que Ella había engendrado. Finalmente, Jesucristo, agonizando en la cruz, la dio como madre al discípulo con estas palabras: “Mujer, ahí tienes a tu hijo” (Jn 19, 26-27)» (LG 58).


965 Después de la Ascensión de su
 Hijo, María "estuvo presente en los comienzos de la Iglesia con sus oraciones" (LG 69). Reunida con los apóstoles y algunas mujeres, "María pedía con sus oraciones el don del Espíritu, que en la Anunciación la había cubierto con su sombra" (LG 59). (Catecismo de la Iglesia Católica)