jueves, 24 de agosto de 2023

Jesús está Vivo, Glorificado y con Poder

 El Poder de Jesús sigue actuando hoy.

Lean y alaben al Señor por este hermoso Hecho:

Pedro y Juan subían al templo a la hora de la oración, las tres de la tarde. Y era traído cierto hombre que era cojo desde el vientre de su madre. Cada día le ponían a la puerta del templo que se llama Hermosa, para pedir limosna de los que entraban en el templo. Este, al ver a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba para recibir una limosna. Entonces Pedro, juntamente con Juan, se fijó en él y le dijo:

—Míranos.

Él les prestaba atención, porque esperaba recibir algo de ellos. Pero Pedro le dijo:

—No tengo ni plata ni oro, pero lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y anda!

Le tomó de la mano derecha y le levantó. De inmediato fueron afirmados sus pies y tobillos, y de un salto se puso de pie y empezó a caminar. Y entró con ellos en el templo, caminando, saltando y alabando a Dios.

Todo el pueblo le vio caminando y alabando a Dios. 10 Reconocían que él era el mismo que se sentaba para pedir limosna en la puerta Hermosa del templo, y se llenaron de asombro y de admiración por lo que le había acontecido.

( Hechos Cap.3)

                     Foto de archivo. Mulchén. Padre Gustavo Avello.
Todos los martes, a las 20 horas, Grupo de Oración en el Templo de la Parroquia Santa María.  Libre ingreso a todos los que necesiten al Señor.

sábado, 19 de agosto de 2023

Jesús Vive. Misa de la Renovación Carismática. Invitación

 hola Amigos. Después de largos meses de problemas a la vista, hemos regresado. Para la Gloria de Dios.

Partimos uniéndonos a  la Renovación Diocesana, invitándolos a la Misa que se ofrece en el afiche. Vayan. Jesús los espera con Amor.



Después de perdonar los pecados, Jesús cura al paralítico, confirmando así su divinidad. Por eso, el Maestro de Nazaret es Jesús, “Dios que salva” con su palabra. Al final, viendo al paralítico sanado del todo, “todos quedaron admirados y glorificaron a Dios diciendo: —Nunca hemos visto nada parecido” (Mc 2, 12).1