martes, 17 de julio de 2018

La Música al servicio de la Oración

 Esta semana hemos tenido varios recitales en la Diócesis, a través de la invitación que el hermano Juan Menares hiciera al cantautor Carlos Segura para evangelizar por medio del canto y la música.
La música es una afluente de agua viva que abre los corazones para que estos se conecten con la esencia misma del Señor. Cuanto servimos en la Música, estamos orando,llevando a los fieles al contacto con el Señor. En este contexto,  el canto y la música en el grupo de oración carismático no son un fin en si mismo en la oración, sino instrumentos de evangelización. Podemos decir que oramos con el canto y la música y ayudamos a los hermanos a profundizar la oración misma.

Carlos Segura y Juan Antonio Menares, servidores en la música
 Por esto, las composiciones y los compositores es muy prudente que estén inspirados en textos bíblicos y en la tradición y doctrina de la Iglesia Católica. Pueden haber textos hermosos, pero que de alguna manera contradigan la sana doctrina. Así lo señala el Catecismo de la Iglesia Católica cuando nos dice que"los textos destinados al canto sagrado deben estar de acuerdo con la doctrina católica; más aún, deben tomase principalmente de la Sagrada Escritura y de las fuentes litúrgicas" (SC 121).( Catecismo, 1158).

Agradecemos a los hermanos que propician estos encuentros de música y canto. Claramente los mismos músicos son signos de evangelio, y potencian y enriquecen la liturgia de la Iglesia,  más aun cuando "  El canto y la música cumplen su función de signos de una manera tanto más significativa cuanto "más estrechamente estén vinculadas a la acción litúrgica"(Catecismo 1157)
Cantando y alabando a Dios en Misa
Seguimos asi produciendo vida nueva. Un siete para los que trabajan en la música y  para los que siguen la tradición de la iglesia en los ministerios de música, pues "La composición y el canto de salmos inspirados, con frecuencia acompañados de instrumentos musicales, estaban ya estrechamente ligados a las celebraciones litúrgicas de la Antigua Alianza. La Iglesia continúa y desarrolla esta tradición: "Recitad entre vosotros salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y salmodiad en vuestro corazón al Señor" (Ef 5,19; cf Col 3,16-17 (Catecismo 1156)
¡Gracias Señor por los que sirven en los diversos Ministerios de Música!

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