miércoles, 19 de diciembre de 2007

Preparen los Caminos del Señor.....




Busquemos verdaderamente al Señor, y preparemos nuestro corazón. Arriesguemosnos a que Jesús sea verdaderamente el centro de nuestra vida. La humildad es el sello del cristiano. Miremos a Jesús, pobre y humilde.....humilde..... Tantas veces nuestro amor es tan tibio. En ésta navidad, dejemos que verdaderamente el Señor entre en nuestra vida. Pidamosle que podamos volvernos a El ....No olvidemos el grito que un día resonó en nuestra tierra, y que hoy llega nuevamente a nosotros, en alas del Espìritu Santo, en éste hermosos versículo del Evangelio:


"Una voz grita en el desierto:

Preparen los caminos al Señor..."Mt.3,3




En medio de la vorágine de compromisos de fin de año, licenciaturas, y actividades mil....corremos en busca de regalos, para satisfacer nuestras ansias de regalonear a nuestros seres queridos.


Y , adormecidos en medio de esa carrera loca, me pregunto....
¿ Dónde se nos quedaría olvidado el Niño Jesús?
¿habrá sido reemplazado insconcientemente por el viejito pascuero?

¿ Por qué tenemos que dar a nuestros seres queridos algo material, muchas veces superfluo, cuando podríamos darle algo mucho más profundo y esencial ,como es la vivencia del Amor que ese niño pequeño e indefenso trajo al mundo, naciendo en un humilde pesebre en Belén?

Para todos ustedes, comparto esta hermosa tarjeta enviada por la corporación administrada por el Padre Diego Jaramillo, quien un día estuvo evangelizando en nuestra Diócesis.....

Navidad, tiempo de amar

En Navidad celebramos el nacimiento de Jesús. Por lo tanto, la mejor celebración será aquella en que el invitado de honor sea Jesús mismo y el regalo que le tengamos sean unas manos limpias y un corazón puro para recibirlo. De ser así, él se pondrá feliz con ese regalo y se cumplirá la Escritura:
"Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará,
y vendremos a él, y haremos morada en él" (Jn.14, 23).
Para que esta promesa se cumpla en ti, te invitamos a prepararte para recibir a Jesús con humildad, en oración, con obras de caridad, practicando el perdón y la acogida y recibiendo los Sacramentos. Será entonces una época en que verdaderamente le estemos festejando a Jesús su natalicio con los regalos que él más desea: amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a si mismo.
Y recuerda: ¡Sin Jesús no hay Navidad!
Feliz Navidad 2007 y Próspero Año 2008
Corporación Minuto de Dios

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