lunes, 3 de agosto de 2009

Palabra de Dios que Interpela nuestra Vida


Lectura de la carta de San Pablo a los Efesios 4,30-5,2

«No entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, con el que fuisteis sellados para el día de la redención. Toda acritud, ira, cólera, gritos, maledicencia y cualquier clase de maldad, desaparezca de entre vosotros. Sed más bien buenos entre vosotros, entrañables, perdonándoos mutuamente como os perdonó Dios en Cristo.»

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