Matrimonios revestidos con la armadura de Dios

Felices salieron los matrimonios que participaron del retiro de este fin de semana en Los Ángeles.

25 matrimonios mas tres matrimonios del equipo son una muy buena siembra para el Señor.  En total 28 matrimonios fortalecidos por la Palabra del Señor y la fuerza del Espíritu Santo.

Gracias Padre Gustavo. Gracias al Diácono Sergio Arzola y al  Diácono don Fernando, quien ha llegado desde Santiago a la zona para servir al Señor.

Nuestro hermano Fernando. Diácono que ha llegado a servir a la Diócesis de Los Ángeles desde Santiago

Este retiro fue un signo de esperanza para las parejas que fueron tocadas por el Señor y bendecidas por su Gracia. Sanados y fortalecidos por el Espíritu Santo, salen al mundo para ser testigos de que el matrimonio es una institucionalidad de amor plenamente vigente. 

El enemigo está centrado en la destrucción de la familia. Por qué? pues porque allí está el núcleo de la sociedad y el centro de la Vida comunitaria de Dios Amor. Y al enemigo no le gusta el amor.

Para valorar el matrimonio, Jesús realizó su primer milagro público en las Bodas de Cana: 

1613 En el umbral de su vida pública, Jesús realiza su primer signo —a petición de su Madre— con ocasión de un banquete de boda (cf Jn 2,1-11). La Iglesia concede una gran importancia a la presencia de Jesús en las bodas de Caná. Ve en ella la confirmación de la bondad del matrimonio y el anuncio de que en adelante el matrimonio será un signo eficaz de la presencia de Cristo.

Sigamos trabajando por la Familia. El Señor desde siempre valoró y dignificó al matrimonio:

1614 En su predicación, Jesús enseñó sin ambigüedad el sentido original de la unión del hombre y la mujer, tal como el Creador la quiso al comienzo: la autorización, dada por Moisés, de repudiar a su mujer era una concesión a la dureza del corazón (cf Mt 19,8); la unión matrimonial del hombre y la mujer es indisoluble: Dios mismo la estableció: "lo que Dios unió, que no lo separe el hombre" (Mt 19,6).