GRUPOS DE ORACIÓN
En la Actualidad se oye hablar cada día más acerca de los Grupos de Oración que en todas partes, sin distinción de países, razas y culturas "se han multiplicado, espontáneamente de modo imprevisto" como afirmó el Papa Juan Pablo II.
El Santo Padre hablando de estos grupos ha dicho que "se puede hablar de UNA GRACIA dirigida a santificar la Iglesia, a renovar en ella el gusto por la oración, a hacer redescubrir con el Espíritu Santo, el sentido de la gratuidad, de la alegre alabanza, de la confianza en la intercesión y convertirse en una nueva fuente de evangelización" (L`Osservatore Romano, 15-3-87).
El CENTRO del Grupo de Oración es el Señor Jesús y está formado por personas que creen su promesa:
"...les digo en verdad que si dos de ustedes convinieran sobre la tierra en pedir cualquier cosa, se lo otorgará mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt.18,19-20).
El Espíritu Santo es la FUENTE de la oración en el grupo. Allí se aprende a vivir guiados por el amor y por la Palabra del Señor, a ser dóciles a su Espíritu y a poder decir con María: "Hágase en mí según tu palabra" (Lc.1,38).
El Grupo de Oración lo forman un número variable de personas y su composición es heterogénea. La frecuencia de las reuniones es semanal y la duración de cada encuentro oscila entre una y dos horas.
EL PRIMER GRUPO
Los Grupos de Oración no son nada nuevo en la Iglesia. Esta nació en una reunión de oración el día de Pentecostés.
Los Apóstoles y los 120 discípulos "perseveraban unánimes en la oración con algunas mujeres, con María, la madre de Jesús y con los hermanos de éste" (Hch.1,14).
También las primeras comunidades cristianas se caracterizaron por sus reuniones de oración (Hch.2,42-46; 4,33; 12,5-12).
LO QUE NO ES
-No es una clase de Teología o de Moral,
-No es un grupo de discusión,
-No es una sesión de terapia,
-No es una reunión social,
-No es un grupo de personas selectas,
-No es un grupo ajeno o paralelo a la comunidad eclesial.
LA DISPOSICION FUNDAMENTAL que debe tenerse al participar en las reuniones del Grupo de Oración es el deseo profundo de ser transformados por el Señor. Nunca asistir como espectador o como un crítico.
CARACTERISTICAS
1.-Apertura y docilidad al Espíritu Santo
La primera preocupación de cada participante es estar lo más abierto y dócil que pueda al Espíritu Divino. En cada reunión se pide su asistencia y existe la convicción de que Jesús realiza sus promesas también en nuestros días:
"Yo rogaré al Padre, y les dará otro abogado, que estará con ustedes para siempre: el Espíritu de Verdad que... permanece con ustedes y está en ustedes". "El Abogado, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, ése les enseñará todo y les traerá a la memoria todo lo que Yo les he dicho" (Jn.14,16-17. 26).
Es el Espíritu quien va creando la Comunidad Cristiana auténtica. Sin esa acción resultarán inútiles todos los esfuerzos que hagamos.
Es normal que donde actúa el Espíritu también se manifiesten sus frutos, sus dones y los carismas. Por el uso de éstos es que a veces se les llama Grupos de Oración de la Renovación Carismática, pero esto no significa que sean lo central ni mucho menos.
2.-Paz, alegría; frutos del Espíritu.
Si el Espíritu de Dios es el que anima y guía la reunión, entonces, es normal que se manifiesten en ella los frutos del mismo según afirma San Pablo: Gál.5,22-23.
3.-Participación espontánea.
Se ora con las palabras que brotan del corazón sin preparar la frase ni pensar mucho en lo que se va a decir. Dejándonos guiar por el Espíritu abrimos nuestro interior al Señor y a los hermanos.
Las reuniones de oración se desarro- llan en un ambiente de libertad y espontaneidad que facilitan la comunicación y la autenticidad. Nadie está obligado a hablar u orar en voz alta, todos tienen el derecho de participar activamente. A veces el silencio puede ser una oración muy elocuente.
4.-Amor fraterno.
Esta es otra característica del Grupo de Oración. A través de las reuniones el Espíritu suscita el amor entre todos los participantes. Amor verdadero y realista; no teórico. El Señor quiere que nos unamos con una unión mayor que la que los hombres hayan visto jamás:
"Que todos sean uno, como Tú Padre, estás en mí y yo en tí, para que también ellos sean en nosotros y el mundo crea que Tú me has enviado" (Jn.17,21).
"En esto conocerán todos que son mis discípulos; si se aman unos a otros" (Jn.13,35).
5.-El Orden.
A pesar de la libertad en que se desenvuelve la reunión de oración siempre se desarrolla con orden y armonía. El orden es fruto del Espíritu.
ELEMENTOS DE LA REUNION DE ORACION
1.-Adoración, Alabanza y Acción de Gracias.
Tienen mucha importancia, nunca faltan; es como el clima o la atmósfera en que se desenvuelve la oración desde el comienzo hasta el final.
"Dios nos escogió para ser su pueblo, para alabanza de su gloria" (Ef.1,12).
Se puede alabar con palabras, gestos y el silencio, pero sobre todo con el corazón.
2.-Silencio.
El silencio es esencial para poder escuchar al Señor por eso es común que en las reuniones de oración hayan tiempos de silencio y escucha de la Palabra de Dios a su pueblo.
3.-Lectura de la Palabra de Dios.
Nunca falta. Ocupa un lugar muy importante en toda reunión. La lectura y escucha de la Palabra se realiza con mucho respeto y atención.
4.-La Enseñanza.
Esta se desarrolla de forma breve, sencilla, de acuerdo a las necesidades de la comunidad orante.
5.-Testimonios.
Es común escucharlos, pues con ellos se proclama lo que Dios realiza en nuestra vida y en la Comunidad.
6.-El Canto.
El orar cantando es muy importante. Generalmente se comienza y se termina con cantos.
7.-Peticiones.
Como hijos que reconocen sus necesidades y su dependencia del Padre, se elevan las peticiones propias y las de los demás.
EL ANIMADOR
Es el medio del que Dios se sirve para que el grupo alcance el fin para el cual fueron congregados por Él. No es necesario que sea la persona de más preparación doctrinal, puede ser hombre o mujer.
Debe ser una persona llena de fe y Espíritu Santo, persona de oración, de vida recta, prudente y sensata, llena de sabiduría, conocedora de las Escrituras, constructora de la paz, equilibrada, persona en comunión con el Obispo y la Iglesia Católica y de vida cristiana probada y madura.
FRUTOS
Entre otros: presencia más íntima y renovadora de Cristo en las vidas, incremento de la vida de oración comunitaria e individual, creciente amor a la Palabra de Dios, se descubre la cercanía y el amor de la Virgen(Fuente: Renovacion Carismática de Cuba)
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