Retiro Con las Hermanas Hilda Moya y María Jara:
Vamos a ver algunas conclusiones:
Somos muy valiosos, porque somos Hijos de Dios, comprados a un gran precio, con la sangre de Cristo. Y como dijo San Agustín: Señor, pídeme lo que que quieras, pero dame los dones para poder cumplirlo. ( no con esas palabras, pero esa es la idea.)
La otra enseñanza valiosa fue clarificar que somos un cuerpo, con un alma espiritualizada. A veces el alma está enferma y daña al cuerpo. Pero lo importante, como bien dijo Jesús, es que el espíritu esté sano, sin pecado, porque es preferible entrar al reino ciego pero santo, que viendo con los dos ojos y pecador. Por eso, lo más importante es la sanación del pecado.
En cuanto a los testimonios, que sean de que el Señor ha hecho en el retiro, sin detalles, claros, precisos y concisos.
En cuanto a la intercesión: Todos podemos orar por todos. No esperar que vengan de afuera a orar por nosotros.
En cuanto a la imposición de manos, es un gesto de cariño, expresando el Amor de Dios a través de nuestro gesto. Dejar que el Espíritu Santo trabaje en los hermanos, sin interrumpir la sanación con imposición de manos innecesarias cuando el hermano está siendo tocado por el amor de Dios.
Bueno.....mucho más, que cada día iremos madurando. Gracias hermanas por su amor y su entrega.
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