
Mientras los presidentes de muchos paises se reunían en Santiago en la gran CUMBRE, y el Rey Juan Carlos le decía al presidente Chavez " por qué no te callas", en otro lugar había otra gran "CUMBRE".
Esta cumbre era "La Cumbre del Espíritu Santo. Y el rey no era un hombre: era el Rey JESÚS.
Y al contrario del rey Juan Carlos, éste REY, nos decía:: " ¡¡No se callen, no se callen. Prediquen que el Reino de Dios ha llegado ya".
Y esa es nuestra misión: predicar y anunciar el Evangelio de Cristo Resucitado. Amén.
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