En un siglo lleno de tensión, de estrés, de enfermedades psicosomáticas, y de tantas enfermedades físicas y psicológicas, el Señor sigue pasando por su pueblo enfermo, tocando, sanando, liberando. Hoy , más que nunca, necesitamos la presencia activa del Espíritu Santo, en una sociedad descreida, que cae en las manos del demonio a través del Tarot, brujos, verse la suerte, y otras puertas a través de las cuales entra de una u otra forma el demonio. Jesús sigue sanando. El tiempo de los milagros no se ha terminado. ¡Gracias por estos Sacerdotes que se atreven a poner en práctica la Palabra del Señor: Una vez resucitado, Jesús renueva este envío: "En mi nombre impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien" (Mc.16, 17-18). En los Hechos de los Apóstoles leemos cómo los discípulos cumplieron la orden de Cristo y curaron a muchos invocando su nombre.
En la foto, los Sacerdotes Padre Gustavo, de Nacimiento; Padre Claudio de Santa Juana, y el Padre Nelson de Yungay. Vivimos una Misa profundamente piadosa, en la cual se veia en los ojos de los hermanos y hermanas la esperanza y la fe en un Dios Vivo, presente y actual, capaz de transformar vidas y hacer que incluso el dolor y la enfermedad sean fecundas en conversión. Jesús pasó tocando a cada uno, haciendo ver que no es un recuerdo histórico, sino que es un Dios vigente, lleno de Poder y de Misericordia. ¡Qué hermoso es testimoniar estas vivencias! |
Multitudinaria participación de fieles participando de la Comunión. Dos de muchos méritos de la RCC: los fieles viven con fervor los Sacramentos de la Reconciliación y la Santa Misa. |
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