domingo, 19 de enero de 2014

ORACIÓN PIDIENDO EL PERDÓN DE UNO MISMO

 ORACIÓN PIDIENDO EL PERDÓN DE UNO MISMO.
Señor Jesús:
En este momento yo necesito que tu Espíritu Santo descienda sobre mí para que él sondee lo más profundo de mi ser y me muestre qué hay en mí que yo no acepto, cuáles realidades de mi vida me impiden el gozo y la felicidad plena. Yo quiero perdonarme a mí mismo y a los demás.

Necesito tu ayuda para conocer qué no acepto de mi físico: estatura, peso, color, pelo, mi edad, mi historia. 


Necesito reconocer aquellas carencias que he tenido de amor, de ternura, el apoyo de mis padres de mis hermanos o de aquellas personas que me han rodeado, si aluna vez han intentado violarme, el divorcio de mis padres, el alcoholismo de algún familiar, el abandono de papá o de mamá o infinidades de situaciones que han rodeado mi vida.

Fluye Espíritu Santo en mi interior y revela cuáles son esas situadiones que me aplastan y me deprimen.
Sigue caminando en mi interior, Señor, y pido la intercesión de tu Madre, la Virgen María, para que vaya mostrando cuáles comportamientos míos han herido o molestado a los demás. Por la sangre que sana y libera, muéstrame, Señor, si yo no he dado el amor que los demás han necesitado de mí.
Quiero aceptar el perdón tuyo, Señor, por no haberte sido fiel, por no haber hecho lo que querías que hiciese.

Quiero dejar mí pasado en las manos misericordiosas tuyas. Introduzco mi vida y la esconde en ti, porque sólo ahí estoy seguro, especialmente en tu costado, de donde manó sangre y agua para ser lavado por ti.
Tú sabes, Señor, que no podemos devolver el tiempo hacia atrás, ni cambiar las vivencias, pero entendemos que tú puedes saturar las heridas del pasado y sanar cualquier fracaso sufrido en nuestras vidas.
Quiero empezar de nuevo. Necesito nueva vida, te lo pido, Señor, desde lo más profundo de mi corazón. No quiero perder el gozo del presente por no olvidar el pasado., Quiero decir, como el Apóstol Pablo en Filipenses 3,13 “olvido lo que dejé atrás y me lanzo a lo que está por delante”.
Presento tus cinco llagas y por ellas pido sanación. Tomo control de todo lo pasado y olvido y perdono. Lo dejo en tus manos de buen pastor y en fe te doy gracias por mi sanación del pasado, por ese perdón que me das y que a través de él recibo sanidad, porque tu perdón sana, Señor.

Pedro fue sanado de la infidelidad para contigo cuando lo miraste a los ojos y le preguntaste: Pedro, ¿me amas? Y después de hacerlo tres veces llegó la paz a ese discípulo. Quiero mi paz, Jesús, mírame a los ojos. Quiero sentir ese perdón en mi corazón para que el gozo y la paz lleguen a mí.
En este momento te pido, Señor Jesús y a mi madre María, que perdones mis desobediencias, el salirme de tus caminos, el haberme dejado conducir por la carne, realizando actos impuros y fuera de ti.
Toma todas mis actitudes negativas y perdóname, Señor, y me perdono a mí mismo, por haber participado en drogas, sexo desenfrenado, aborto, brujerías, chismes, actos de soberbia, alcoholismo, juegos de azahar, corrupción de cualquier índole.


Yo te pido perdón, Señor, y me perdono a mí mismo. Necesito ese perdón para continuar caminando en tu paz.
Maestro, te necesito y con mucha humildad continúo dándote las gracias por ese amor tan profundo que sientes por mí, y sé de tu gran preocupación por cada una de tus ovejitas.

Permíteme sentir ese tan amor por ti, Señor, para conmigo y tu abrazo fraterno, ese amor que nadie puede darnos, excepto tú, Señor.
Llena ese vacío interior que solo tú, amado Jesús, puedes llenar.
Amigo fiel, que nos prometes que aunque nuestras madres nos abandonen tú nunca nos abandonarás y sé que en cada segundo de nuestra existencia, tu presencia es grande y poderosa.
Te alabo, te bendigo, te glorifico y te doy gracias por todo lo que tú estás haciendo en mí y continuaras haciendo para honor y gloria tuya. Amén.
(siervoscas.com)

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