MARIA, EL ARCA DE LA NUEVA ALIANZA:
En el Antiguo Testamento, el Arca era santa,
no por sí misma, sino por lo que contenía: los diez mandamientos que eran la
palabra de Dios, el maná, pan dado milagrosamente por Dios a su pueblo en el
desierto, y la vara sacerdotal de Aarón.
Su construcción fue ordenada por el mismo
Dios, con los materiales más puros y preciosos. Madera de Acacio y Oro puro,
así mismo el arca que contendría al Hijo de Dios, tendría que estar revestido
de las más puras virtudes encontradas en la humanidad, absolutamente libre de
cualquier contaminación.
Si la primera contenía la Palabra de Dios en
piedra, el cuerpo de María contenía la palabra de Dios en la carne. Si el Arca
contenía milagrosamente el pan del cielo, (maná), el cuerpo de María conservaba
el mismo Pan De Vida que vence a la muerte para siempre. Jesús dijo “yo soy el
Pan bajado del Cielo”. Si la primera Arca custodiaba la vara del antiguo
sacerdote, el Arca de María conservaba al Sacerdote Eterno.
Comparemos ahora el Arca de la Antigua
Alianza con María, de quien los católicos creen es la Nueva Arca.
El Arca de la Alianza del Antiguo Testamento / María - Nuevo Testamento- El Arca de la
Nueva Alianza
La Palabra fue escrita por Dios en tablas de
piedra (Ex. 25,10) / En María, la Palabra
se hizo Carne (Jn.1)
El Arca llevaba la Palabra de Dios (Deut.10,
1). El Arca llevaba la Antigua Alianza
/ María llevó la Palabra de Dios (Lc. 1, 38) María llevaba en su cuerpo la
Nueva Alianza
David dice: ¿Quién soy yo para que el Arca de
mi Señor venga a mi? (II Sam 6,9 / Isabel
dice: ¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a visitarme? (Lc. 1,
43) (María, estaba embarazada de Jesús)
Cuando el Arca volvió "David saltaba y
danzaba ante el Señor" (II Sam 6,14)
/ El niño saltó de alegría en el
seno de Isabel cuando María entró en su presencia llevando a Jesús en su seno.
(Lc. 1, 38)
"Y allí he puesto el Arca donde se
encuentra la Alianza que el Señor concluyó con los israelitas". (II Cron.
6,11) /
El esposo de Isabel dijo: "Él ha recordado su Santa Alianza
(Lc.1,22)... "Esta copa es la Nueva Alianza sellada con mi Sangre"
(Lc.22,20)
Josué convocó doce hombres de entre los
israelitas, uno por cada tribu. Josué les dijo: "Pasen delante del Arca
del Señor su Dios" (Jos.4,4) Había 12 piedras, como las 12 estrellas de
Ap.11,19 El Arca de su alianza quedó a la vista dentro del templo (...)
(Ap.12,1) / Apareció un gran signo en el cielo: una
mujer...y sobre su cabeza una corona de doce estrellas (Ap. 11,19)
representando a las tribus de Israel.
El arca del Señor es una bendición para la
casa (II Sam 6,11) / María cruzó las montañas y llegó a bendecir
la casa de Isabel (Lc. 1,39ss)
El Arca es capturada (I Sam 4,11) y llevada a
una tierra extranjera para luego retornar (I Sam 6,13) / María se exilia en Egipto y luego retorna
El Arca desaparece (Jer 3,16) y nunca vuelve a aparecer hasta la
historia contada en el Apocalipsis ya en el Nuevo Testamento. / El
Arca reaparece como una mujer que da a luz un Hijo quien se sienta a la derecha
de Dios. Sus demás hijos son los cristianos. (Ap. 11,19)
No será como la Alianza que establecí con sus
padres (...) que ellos rompieron aunque yo era su esposo(Jer 31:32) / El
Espíritu Santo te cubrirá con su sombra; un hijo te nacerá (..) será llamado
Hijo de Dios (Lc 1,35) (El Espíritu Santo fue el esposo de María)
Frente a esta comparación y situándonos en el
contexto en que se desarrolla la anunciación a María, considerando a José como descendiente
de David y amante de Dios y fiel a la Ley judía, consiente que su esposa era
nada más y nada menos que el Arca Viviente elegida por Dios para traer al mundo
a su mismísimo Hijo, iba a caso a atreverse a tocarla siquiera?, cuando todo
aquél que se acercaba a intentar tocar el Arca de la Alianza que contenía las tablas
de piedra, frente al Poder de Dios caía fulminado? José mantuvo por ello, una
relación casta con María, por respeto al altísimo.
Fue el Custodio de la
Santidad del encargo de Yahvé.
¿Cómo ejerce José esta custodia? Con
discreción, con humildad, en silencio, pero con una presencia constante y una
fidelidad total. Desde su matrimonio con María hasta el episodio de Jesús en el
Templo de Jerusalén a los doce años, acompaña en todo momento con esmero y
amor. Está junto a María, su esposa, tanto en los momentos serenos de la vida
como los difíciles, en el viaje a Belén para el censo y en las horas
temblorosas y gozosas del parto; en el momento dramático de la huida a Egipto y
en la afanosa búsqueda de su hijo en el Templo; y después en la vida cotidiana
en la casa de Nazaret, en el taller donde enseñó el oficio a Jesús.
(Aporte del hermano Carlos Segura)
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