Para Alabar al Señor, necesitamos tener un corazón de niños, abrir los labios, y dejar que el Espíritu Santo nos convierta en mensajeros del Amor de Dios, a través de la música y la letra de cantos inspirados por Dios.
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EL AMOR MISERICORDIOSO DEL SEÑOR
Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia;
porque mi ira se apartó de ellos. (Oseas 14:4)
Queridos hermanos y hermanas:
Muchas veces nos desalentamos cuando miramos nuestros errores. ¡Tantas veces nos equivocamos cada día! Ya San Pablo lamentaba en sus cartas que “hacia a veces el mal que no quería, y no el bien que anhelaba”. Lo que ocurre es que llevamos un tesoro en vasijas de barro. El Tesoro es el Señor, el Espíritu Santo, al Amor de Dios, y el barro somos nosotros, nuestro ser humano.
¿Vamos a desalentarnos por eso?
Por supuesto que no. Seguiremos adelante, perdonándonos a nosotros mismos, y a nuestros hermanos y hermanas. El Señor irá moldeando nuestro barro cada día, nos perdonará, y nos sanará.
¡Tengamos Fe en El Señor. Sigamos adelante, compartiendo Su Amor!
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