LA DEPRESIÓN DE AÑO NUEVO Y LA ESPERANZA CRISTIANA
ESCENAS DE AÑO NUEVO. DIALOGO ENTRE DOS AMIGOS
(El diálogo transcurre en horas previas a la fiesta de año nuevo, mientras dos amigos preparan el patio para una fiesta familiar)
JORGE: “Este año que viene será distinto amigo. Definitivamente haré cambios en mi vida: Lo primero será comenzar una dieta, porque estoy muy guatón; me voy a inscribir en un gimnasio, y le voy a dedicar más tiempo a mi familia, especialmente a mis hijos, que ni los veo casi.
RAUL: Buena idea viejo. Lo que es yo, me hice varios propósitos parecidos el año pasado, y no cumplí ninguno. ¡La verdad es que me siento fracasado, no tengo ganas de plantearme ninguna meta! Mira, mis hijos crecieron, y siento que no les di tiempo ni para que me abrazaran; de los sueños que he tenido, no se han logrado casi ninguno. La verdad es que en esta fiesta siento que me baja una gran depresión.
JORGE: ¡Bueno, es cierto que nuestras emociones nos invaden, pero sumando y restando amigo, hemos sido más felices que tristes, y mejores personas de lo que nos creemos! ¡Hagamos un salud, y dejemos la melancolía a un lado amigo!
RAUL: ¡Buena idea, salud!
Jorge: ¡Salud!”
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LA DEPRESIÓN DE AÑO NUEVO
El año nuevo es hora de recuentos y nostalgia. Revisamos nuestras vidas, los propósitos que nos planteamos el año anterior y que no se cumplieron a cabalidad, y sentimos que la vida se nos va escapando muy rápidamente.
Es posible que seres queridos significativos de nuestro entorno familiar hayan partido, que los hijos que ya vuelan con alas propias envíen excusas para no llegar a la fiesta familiar de siempre, y que sintamos una subjetiva sensación de soledad transitoria.
Aparejado a esto, se une la ingesta de alcohol, que, aunque muchos creen que levanta el ánimo, finalmente es un depresor y no colabora a levantar el ánimo a los que están tristes.
LA ESPERANZA CRISTIANA
Es bueno cuando estamos tristes poner la mirada en el Señor. En los tiempos de alegría Él está con nosotros, y en las dificultades también. ¡El Señor nunca nos desampara!
Precisamente, queremos regalarles un hermoso trozo de un Salmo que nos llena de esperanza, para que en este año nuevo, brinden en el Nombre del Señor, que nunca olvida a sus hijos:
"Alma mía, en Dios solamente reposa,
porque de él es mi esperanza.
El solamente es mi roca y mi salvación.
Es mi refugio, no resbalaré.
En Dios está mi salvación y mi gloria;
en Dios está mi roca fuerte, y mi refugio.
Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos;
derramad delante de él vuestro corazón;
Dios es nuestro refugio."
Salmos 62:5 - 8
¡FELIZ AÑO NUEVO FAMILIAR, Y MILES DE BENDICIONES!
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