domingo, 1 de mayo de 2016

LA MISERICORDIA DE DIOS SE DERRAMÓ EN LA MISA DE SANACIÓN DE LA RCC

En el día del Trabajo, se vivió esta Misa llena de la Misericordia de Dios. La fecha fue propicia para reflexionar los que hace ya tantos años se preguntó el Padre Alberto Hurtado: "Es Chile un país Católico?" Esto, al mirar la sociedad que hemos construido, egoísta, individualista, centrada en el tener más que en las personas. También se reflexionó sobre el círculo vicioso de la pobreza y la falta de desarrollo humano y social, en un país que está bajo la amenaza de la droga en los jóvenes, y en el que se gasta más en un preso que en la educación de un joven. ¡Cuanto amor nos falta! Y el Señor nos pide a cada cristiano, dar Amor, y construir un mundo más humano y más fraterno. En este contexto, oramos por nosotros, y por el país.

Las ofrendas fueron traídas al altar por familias, especialmente de la comunidad carismática de la Parroquia San Francisco, que en mayo cumple 15 años de vida. Saludamos con Amor a este Grupo de Oración por su perseverancia.

Momentos emocionantes de la Misa, con la participación de fieles del Grupo de oración de la Parroquia San Francisco

La Palabra de Dios proclamada, en una Misa que fue un regalo para nosotros, pues contó con la presencia de varios  Sacerdotes. Un regalo, pues escasean las vocaciones sacerdotales, y sin embargo fueron varias las manos Sacerdotales que oraron por nosotros, y que hicieron vida el Misterio Maravilloso de la Eucaristía.

La oración comunitaria, la alabanza, derriba muros y sombras, para traer Luz a los lugares más recónditos de nuestro ser. Una oración espontánea y profunda llenó de gozo y de la Presencia del Espíritu Santo a la asamblea que reconocía a Jesús como El Señor de la Vida.
La Música en la Misa fue un verdadero Ministerio. Cuando los músicos viven éste servicio como una oración, como un medio para ayudar a crear un ambiente de Alabanza y Adoración, y no como un simple arte, es cuando verdaderamente se vive un clima de armonía. Hermosas canciones, muy bien discernidas, y llenas de unción. ¡Gracias, Hermanos!

¿Qué podemos agregar a esta foto? Sólo dar gracias por la bendición de tantos Sacerdotes presentes en el altar, para hacer vida el Misterio de Cristo y Su Iglesia, conformada por cada uno de nosotros.

¡La Canastita de las peticiones! Cuántas esperanzas depositadas en este humilde cesto. Señor, ten misericordia de cada persona, hijo tuyo, que ha traído hasta Ti su dolor y su esperanza. Amén.

La animación, cantos de alegría y encuentro. Muy útiles son estas alabanzas para olvidar todo lo que traemos desde fuera, y así centrarnos en el Señor. Recordemos que, como cantaban los músicos, "para Dios nada es imposible"

Nuestro Hermano Vladimir Morales, una instantánea de él, en un momento de oración.

Isidoro Segura y su esposa NAncy, quienes han regresado a la Diócesis después de varios años alejados de estos bellos parajes, por motivos laborales. ¡Bienvenidos, y a trabajar de nuevo en la RCC!

Nuestro Hermano Jorge, al centro. Servidor de Mulchén, perseverando durante años en el servicio en la RCC. ¡Bendiciones, Hermano!

Con la Biblia en la mano, la Hermana Luz Quevedo, Coordinadora Diocesana. ¡Gracias hermana por su servicio! Sabemos que ser dirigente es complejo, y muchas veces ingrato. ¡Pero el Señor nos da la fuerza y el poder! No nos olvidemos de orar por ella.

Y luego de la Misa, cada Sacerdote tuvo el tiempo para orar personalmente por aquellos que necesitaban un toque especial del Señor.

Los servidores apoyando el toque de Amor de Dios del Sacerdote. ¡Qué bello es cuando los laicos colaboran en la evangelización....y qué bueno que muchos más se pudieran unir al trabajo de proclamar al Reino de Dios!

Valoramos la perseverancia del Padre Gustavo Avello, y su labor de Pastor. Sigamos orando para que su vocación  no decaiga, y siga creciendo. ¡Amén!

Cuando el Sacerdote nos toca, en un misterio inmenso de intercesión y Amor, son las manos del Señor las que nos tocan. ¡Bendito seas Señor por tus Sacerdotes!

¡Cuánto dolor encerrado por años llegan al encuentro del Señor en esta Misa mensual! Es imposible graficar con palabras el bien que hace la oración de fe en los hermanos y hermanas que sufren tantos dolores humanos y psicológicos.
Finalizamos este relato gráfico con esta hermosa imagen de nuestra coordinadora Diocesana. Oremos por nuestra hermana Luz para apoyarla en la misión tan importante que el Señor y nosotros le hemos encomendado. ¡Gracias, Señor, por tanto Amor!

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