domingo, 28 de abril de 2013

EL VALOR DE UNA FE ACTIVA EN LA PALABRA DEL SEÑOR

 (A propósito de que este domingo 05 de mayo tenemos una misa de sanación en Los Ángeles)

 Estimados Hermanos y Hermanas:
¡Miren que bello versículo el que la Biblia nos regala: 

Pero Jesús, dándose vuelta y al verla, le dijo:
 “Hija, anímate! Tu fe te ha salvado.” Y la mujer quedó sana desde aquella hora. ~ Mateo 9:2

Días atrás, a propósito del texto bíblico de la mujer con un flujo de sangre, un hermano me decía:
 - "Ayyy, si el Señor me dijera eso mismo, por supuesto que yo también sanaría de todos mis males..."- 

Yo le respondí:- "-Hermano, el Señor le ha hablado cientos de veces, sólo que usted no lo ha querido escuchar"-

Por esto, debemos concederle un crédito a esta mujer que tocó el manto el vestido de Jesús: Su gran Fe.
Por esa fe en el Señor, lo siguió, se inmiscuyó entre la multitud, empujó, fue empujada, y corrió riesgos de ser dañada por el gentío que apretujaba a Jesús.
¡Ella sabía en su corazón que Jesús la sanaría!
Ella creía en el Señor.
¿Qué hubiese pasado si esta mujer hubiese escuchado a Jesús dicendole que "su fe te ha salvado", y hubiese dudado?

Probablemente no habría sanado....muy probablemente.
Imaginemos esta posibilidad de duda de parte de la mujer, diciendo a regañadientes:
 -"Claro....dice que me ha salvado y ni siquiera se ha dignado tocarme "... Y su corazón se habría amargado, su corazón se habría cerrado, y la desazón se habría abierto paso en las profundidades de ese ser sufriente
Perdidas las esperanzas, lentamente, hubiese retornado a su casa tan derruida por los gastos de la enfermedad y por el estado depresivo de la mujer que cargaba por tanto tiempo con es terrible cancer. Una vez en su casa, la mujer se habría acostado a esperar la muerte, perdidas ya todas las esperanzas.

¡Pero no fue asi la historia!

Dice la Biblia que la mujer estaba llena de fe. Tanta fe, que lo había arriesgado todo para encontrarse con Jesús. 

Y cuando escucha las palabras de Jesús que le dice -“Hija, anímate! Tu fe te ha salvado”- su corazón salta de gozo, y fluye por todo su ser esa fe viva en Jesús, y de tal manera, que su cuerpo sana.

¡Qué hermoso testimonio de fe, de una mujer que busca a Jesús, y que se encuentra con el Señor! La gozosa mujer se va a su hogar sin la enfermedad que la traía a Jesús, y en su corazón lleva el glorioso anuncio del encuentro salvífico con el Señor.

¡Qué hermoso testimonio del poder de la fe viva en el Señor! 

Qué hermoso testimonio de lo que ocurre cuando no dejamos que la duda penetre en nuestro corazón.
 Esta mujer nos da un ejemplo: Necesitamos creer en Jesús, creer en las palabras del Señor que nos habla.
Hoy, el Señor nos habla de mil maneras, a través de mil canales. Sólo tenemos que abrir nuestro corazón, para dejar que Su palabra Viva, se haga fuego en nuestros corazones.

Tengamos una fe Viva en el Señor. Digamos a coro:
 
-"Señor, aunque todo me indique que todo va de mal en peor, yo creo en ti.
¡Creo en ti Señor-"!!!!  
Amén.

(Carlos Moreno Pezo) 



  Vamos.... aquí está Jesús, si quieres, puedes conversar un ratito con el Señor!
 
  
 

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