miércoles, 23 de enero de 2008

Chiloé, Tierra de Encanto, Religiosidad y Leyendas

( Pincha dentro de las fotos para agrandarlas)

Las Dalcas, canoas de tres tablas, con las cuales los aborígenes Chilotes conquistaron los mares del sur. Por algo son los mejores navegantes del mundo)

Paisajes Chilotes, llenos de encanto, de religiosidad y cultura ancestral. Disfrutemos con las reminiscencias de un pasado que sigue siendo un presente: Iglesias, paisajes y reliquias del Pueblo Chilote, al sur del mundo.

Desde éste cerro, se miraba el horizonte, en Ancud, para prevenir la llegada de barcos enemigos. Hoy, es una hermosa vista.


La Virgen del Carmen y el Niño Jesús, imágenes vestidas con gran pompa, digna de su realeza. Imagen venerada en las iglesias de Chiloé.


Una vista panorámica al canal de Chacao, mirado desde la Isla de Chiloé.



La Iglesia de Castro, se eleva llena de majestuosidad hacia el cielo



En Dalcahue, mirando hacia el cielo, toda de madera, con cientos de años, esta Iglesia, patrimonio de la humanidad


Construida en el año 1730, la Iglesia de la isla de Achao. Por dentro está toda tallada, con impresionantes detalles. Vale la pena conocerla y orar ante el Santísimo.


En la Plaza de Dalcahue, un Homenaje a los Marinos Chilotes, que desafiaron el mar , en sus barcas de madera.


Los Palafitos, con un lado adentrándose en el mar, para esperar que los dueños de casa llegaran de alta mar con su pesca, y amarrar su bote en alguno de los palos que sustentan la vivienda



La guerra entre el bien y el mal, en esta imagen que representa a la Justicia de Dios, y al Arcángel San Miguel, luchando y venciendo a Luzbel. Imagen ubicada en la Iglesia de Castro.


Viajar a Chiloé, y recorrer sus islas, se convierte en un verdadero retiro espiritual.
Las canciones de las Misas, todavía conservan antiguos cánticos. En Dalcahue cantaron :" A Dios quereeemoooos, en nuestras leeeeyeeees, en las escuelas y en el hogaaaaaaaar" ( qué hermosa canción, que por acá escucho muy rara vez), y "Venid y vamos todos..... "y otras canciones que recuerdan nuestra infancia. Tierra de tradiciones, encanto y religiosidad.
Bien vale una semana de descanso en Chiloé.

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