En la Renovación Carismática se ora bastante, y eso es muy bueno. Oramos por Amor a Dios, y oramos también por nuestros hermanos y hermanas afligidos de múltiples enfermedades y dolencias del alma y del cuerpo. Oramos también por las necesidades de su entorno social, que necesita mucha redención, y que es causa de muchos dolores.
Todo este orar, por supuesta que irrita al enemigo. Y si el enemigo está airado, puede atentar contra nosotros, para hacernos renunciar a los beneficios de la oración.
Por ello, es muy recomendable orar por protección.
He aqui una breve y poderosa y hermosa oración de protección, que pertenece a la tradición de la Iglesia:
Se llama primero a San Miguel, pidiéndole permiso al Padre celestial con el rezo de un Padrenuestro. Luego se dice la oración que se enseñó para estos tiempos:
San Miguel Arcángel: Defiéndenos en la pelea contra Satanás y sus demonios; sed nuestro amparo y protección; que el Altísimo os dé el poder y el permiso para que nos asistáis y que Dios haga oír su voz imperiosa para que expulse a Satanás y sus demonios que quieren hacer perder la humanidad. Que tu grito: "Quién como Dios, someta a Satanás y sus demonios bajo nuestros pies. Amén".
(CARLOS MORENO PEZO)
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