martes, 27 de octubre de 2009

El padre Mathew Naickomparambil. vine a Chile....¡Y ESTARÁ EN LOS ANGELES!!!!!

El padre Mathew Naickomparambil,

Sacerdote Católico de origen Indio, quien recorre el mundo evangelizando, estará en Chile, ¡¡¡¡Y EN LOS ANGELES!!!!.

Su ministerio es la predicación del Reino de Dios, con señales y signos visibles de Sanación física y espiritual.
El día 04 de noviembre estará con nosotros.......ésta es una primicia que adelantamos...pronto más informaciones.

Padre FR. MATHEW NAIKOMPARAMBIL

Originario de Kerala, en la India, es conocido internacionalmente por sus ministerios de sanidad y de la evangelización.

Sus Misas de sanación en la India atrae 100.000 personas y 300.000 en los grupos de oración de intercesión, que son atendidos por un promedio de 50.000 personas que se reúnen cada sábado.

Él es el fundador del centro de retiros más grande en el mundo, equipado para albergar hasta 15.000 personas, cada semana en todo el año, para los cristianos y los no cristianos, que son atraidos a través de la palabra de Dios y la curación milagrosa que el Señor realiza por su intercesión.


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ITINERARIO, ( extraido de evento publicado en facebook por Alejandro Manriquez Herrera)

3 de noviembre: Llegada, entrevista con el cardenal Errázuriz, misa en la Catedral de Santiago (por confirmar)

4 y 5 de noviembre: Va a la VIII Región (Los Ángeles y Concepción)

6 de noviembre: Diócesis de Valparaíso.

7 y 8 de noviembre: Encuentro de Oración por los Enfermos. Estará en el Gimnasio Municipal de San Miguel (Salesianos con Panamericana Sur) los días sábado 7 (de 09:30 a 20:00 hrs) y domingo 8 de noviembre (De 9:30 a 20:00 hrs)...

Hay que destacar que existen centenares de casos de sanaciones del Señor, a través del padre Mathew, certificadas y reconocidas por la Iglesia.
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domingo, 18 de octubre de 2009

LA ORACION CARISMATICA DE SANACION EN LA IGLESIA CATOLICA Y EN LA RENOVACION CARISMATICA

El Señor la sanó de cáncer en una misa en Los Angeles: Da su testimonio

Interesante artículo para estudiar y meditar
Ceferino Santos (sj)


HABLAR de curación carismática no supone en modo alguno hablar de algo extraño, mágico, esotérico o supersticioso. Hablar de sanación carismática es equivalente a exponer lo que es la sanación cristiana, qué significa la curación con Cristo y con la fuerza de Cristo sanador. No se trata de nada más que de revivir la acción sanadora de Cristo entre su pueblo enfermo y herido, y todo a partir de la fe en Cristo, médico de los cuerpos y de las almas, ayer, hoy y hasta el fin de los tiempos.

CRISTO, SANADOR DEL HOMBRE TOTAL

El nuevo Catecismo de la Iglesia Católica al hablar de la sanación cristiana o por Cristo coincide plenamente con lo que se dice sobre la sanación carismática en los libros que tocan este tema. Los principios teológicos de la sanación cristiana y carismática son los mismos; parecidos son los métodos curativos empleados y su base cristológica y evangélica, aunque siempre caben leves diferencias de importación en el uso, la amplitud y el alcance de los carismas curativos.

1). Cristo Sanador.

En el principio de toda sanación carismática y cristiana está Cristo, sanador del hombre total. El Verbo de Dios se encarnó para salvar al hombre completo. (Cat. I.C, n° 457). En este mismo número del Catecismo de la Iglesia Católica nos dice San Gregorio de Niza: "Nuestra naturaleza enferma exigía ser sanada; desgarrada, exigía ser restablecida; muerta, resucitada. Habíamos perdido la posesión del bien; era necesario que se nos devolviera... Estando cautivos, esperábamos un Salvador; prisioneros, un socorro; esclavos, un libertador "

En Cristo empieza a estar sanada nuestra naturaleza herida y su sanación llega muchas veces hasta nuestro cuerpo y nuestra alma enfermos, aun antes de la resurrección gloriosa.

2. Cristo médico.

Cristo actuó como médico de los cuerpos y de las almas en su vida mortal. Así lo llamó el Concilio Vaticano II (SC, 5) y el Catecismo de la Iglesia Católica repite la misma idea:

"La compasión de Cristo hacia los enfermos y sus numerosas curaciones de dolientes de toda clase (Mt 4,24) son signo maravilloso de que "Dios ha visitado a su pueblo" (Lc 7,16)... El vino a curar al hombre entero, alma y cuerpo; es el médico que los enfermos necesitan" (no 1503).

El Catecismo recuerda que "los enfermos trataban de tocarlo (Mc 1,41; 3,10; 6,56) "pues salía de él una fuerza que los curaba a todos" (Lc 6,19)" (no 1504).

"Todos" significa aquí una generalización por "muchos". De hecho, Cristo "no curó" a todos los enfermos. Sus curaciones eran signos de la venida del Reino de Dios" (no. 1505).

La enseñanza del nuevo catecismo sobre sanación coincide con la enseñanza evangélica y carismática sobre el tema: "Id y contad a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan" (Lc 7,22). Cristo curaba toda enfermedad y toda dolencia: endemoniados, epilépticos, paralíticos (Mt 4,2324), lo mismo las enfermedades del alma que las del cuerpo.

3. Cristo, Señor de todo.

Al reconocer en el Nuevo Testamento el título divino del Señor en la persona de Jesús, se le está reconociendo su dominio sobre el mundo, sobre la historia y sobre la enfermedad: A lo largo de toda su vida pública sus actos de dominio sobre la naturaleza, sobre las enfermedades, sobre los demonios, sobre la muerte y el pecado demostraban su naturaleza divina" (no 447).

Ejercer dominio y poder de sanación sobre las enfermedades significa que el señorío de Cristo se extiende también a este campo de desorden y deficiencia en la naturaleza humana.

LOS APÓSTOLES Y DISCIÍPULOS DE JESÚS

CRISTO, sanador, transmite a los apóstoles y discípulos que creen en Él, el "oficio" de sanar enfermos de alma y de cuerpo:

"A los que crean les acompañarán estas señales: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, agarrarán serpientes y, si beben algún veneno, no les hará daño; impondrán las manos a los enfermos y quedarán sanos" (Mc 16,17-18).

Este mandato lo reciben en primer lugar los apóstoles; luego, los demás discípulos. El Catecismo de la Iglesia Católica lo recuerda: "Sanad a los enfermos" (Mt 10,8). Cristo invita a sus discípulos a seguirle tomando a su vez su cruz (Mt 10,38); ...les hace participar de su ministerio de compasión y de curación: "'y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran; expulsaban a muchos demonios y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban" (Mc 6,12-13)" (no 1506).

Con el poder del nombre de Jesús Pedro y Juan curan al paralítico del templo (Hch 3,6-7); en Samaría, el diácono Felipe realiza prodigios, lanza espíritus impuros y cura paralíticos y lisiados (Hch 8,6- 7); Pablo en Listra cura a un inválido (Hch 14,8-10); en Filipos expulsa un espíritu de adivinación de una sirvienta (Hch 16,18); y en Efeso Dios hacía por medio de Pablo prodigios extraordinarios, hasta el punto que bastaba aplicar a los enfermos los pañuelos que llevaba al cinto para ahuyentar las enfermedades y expulsar los espíritus malignos (Hch 19,11-12).

LA IGLESIA RECIBIÓ EL MANDATO DE CURAR

Esta enseñanza carismática y evangélica también ha sido recogida por el Catecismo de la Iglesia Católica:

"¡Sanad a los enfermos! (Mt 10,8). La Iglesia ha recibido esta tarea del Señor e intenta realizarla. . . Cree en la presencia vivificante de Cristo, médico de las almas y de los cuerpos. Esta presencia actúa particularmente a través de los sacramentos, y de manera especial por la Eucaristía, pan que da vida eterna (Jn 6,54-58) y cuya conexión con la salud corporal insinúa S. Pablo (1 Cor 11,30)". (No 1509).

Esta idea se repite también al hablar de la penitencia y de la unción de enfermos como "los sacramentos de la curación" (no 1420: Título):

"El Señor Jesucristo, médico de nuestras almas y de nuestros cuerpos, que perdonó los pecados al paralítico y le devolvió la salud del cuerpo (Mc 2,1-12), quiso que su Iglesia continuase, con la fuerza del Espíritu Santo, su obra de curación y de salvación, incluso en sus propios miembros. Esta es la finalidad de los dos sacramentos de curación: del sacramento de la PENITENCIA y de la UNCION DE LOS ENFERMOS" (no 1421).

Dos premisas subyacen en esta enseñanza: Primera, creer en la presencia vivificante y sanadora de Cristo; segunda, actuar con la fuerza del Espíritu Santo (y no con fuerzas extrañas, parapsicológicas o espiritistas; ésta ya no sería sanación cristiana).

Desde estas dos premisas unificadoras y específicas de la curación cristiana y carismática pueden utilizarse los más diversos medios, métodos o fórmulas. Todos tendrán el aspecto cristiano de la presencia y de la actuación de Cristo vivo, y el aspecto carismático del influjo y de la fuerza vivificante del Espíritu Santo.

CAMINOS CARlSMÁTICOS DE SANACIÓN

En el Catecismo de la Iglesia Católica, como en la Renovación carismática, se reconoce que los primeros medios de sanación en la Iglesia son los sacramentos.

Así, el sacramento de la Reconciliación no sólo perdona los pecados, sino que con frecuencia sana interior y exteriormente al penitente de las heridas de la enfermedad y del pecado. "La confesión habitual de los pecados veniales ayuda... a dejarse curar por Cristo" (N° 1458). De un modo especial es curativa la unción de enfermos (no 1510), como en seguida veremos, y también el Matrimonio sacramento sana (no 1608). Especialmente importante es la sanación por la Eucaristía: "que esta comunión... me sea defensa de alma y cuerpo y remedio saludable". En las misas de sanación del P. Emiliano Tardif son muchos los enfermos que se sanan después de comulgar.

Los sacramentales son con frecuencia curativos y sanadores. Según el nuevo Catecismo, los sacramentales, signos sagrados instituidos por la Iglesia, son de tipo diverso: bendiciones, la alabanza poderosa de Dios, la intercesión. (no. 1678).

  • Sanación por oración de intercesión.

"La Iglesia... intenta realizar (la sanación de los enfermos) tanto mediante los cuidados que proporciona a los enfermos, como por la oración de intercesión con que los acompaña: '...rezad unos por otros para que os curéis. Mucho puede hacer la oración intensa del justo' (St 5,16)" (N° 1509). (Hace poco al interceder por un jorobado (Olot 1993), se escucharon unos leves crujidos y quedó recta su espalda). La oración de intercesión hecha con fe es eficaz.

La oración de intercesión no la hacemos solos: el Espíritu Santo intercede por nosotros y con nosotros (no 2634), e interceden también la Santísima Virgen y los Santos que han sido agradables a Dios (no 2827). San Francisco de Jerónimo, a finales del siglo XVII en Nápoles, intercedía por los enfermos a través de la mediación de San Ciro, médico del siglo IV; y al ungir a un ciego con el óleo del Santo, aquél quedó curado.

  • Sanación por la alabanza.

El nuevo Catecismo incluye la alabanza a Dios entre los sacramentales. Merlin Carothers, en su libro carismático "El poder de la alabanza", recuerda numerosas curaciones espirituales y físicas por medio de la plegaria de honor y alabanza a la majestad divina.

  • Sanación por medio de las bendiciones.

Para el nuevo Catecismo las bendiciones son un sacramental curativo. La señal de la cruz es una maravillosa bendición, que repetida por el pueblo sacerdotal de los cristianos tiene desde la fe efectos sanadores. (Conozco a una enfermera religiosa que cuando las medicinas del tratamiento médico de un enfermo no producen los efectos deseados, suele bendecir las píldoras y las inyecciones y con frecuencia se siguen llamativas mejorías).

  • Sanación por la aspersión de agua bendita (no 1668).

Se trata de un sacramental, que recuerda la regeneración por el agua del bautismo. El agua que quedó santificada por el contacto del cuerpo de Cristo en el Jordán, sigue teniendo virtualidades sanadoras. (Mons. Gilberto Zuloaga, colombiano, ora por sanación imponiendo un hisopo con agua bendita sobre las frentes de los enfermos. En alguna ocasión al faltar las medicinas en países pobres, se administró el agua bendita como bebida, y se siguieron curaciones como en el caso de una niña epiléptica, al faltarle el Luminal que debía tomar de por vida).

  • Sanación por imposición de manos (no 1668).

Para el nuevo Catecismo se trata de un sacramental. Ordinariamente, como cualquier método de sanación cristiana y carismática, la imposición de manos debe ir acompañada de oración a Dios. No se trata sólo de un remedio natural o parapsicológico. Jesús mismo "se sirve de signos para curar: saliva e imposición de manos (Mc 7,32-36; 8,22-25)" (no 1504). Jesús a una mujer encorvada durante años le impuso las manos y en el acto quedó derecha (Lc 13,13).

Este método de la imposición de manos es frecuentemente usado en la Renovación Carismática al orar por los enfermos.

  • Sanación por unción con aceite bendecido.

Los discípulos de Jesús "ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban" (Mt 6,13). Cristo no necesitaba ungir con aceite a los enfermos. Él mismo era el ungido de Dios con el Espíritu.

El aceite bendecido significa el Espíritu de Jesús que unge y cura a los enfermos. Los creyentes, como ungidos y profetas, participamos de los poderes sacerdotales, reales y proféticos de Cristo. Así pues, los laicos también pueden ungir enfermos. (Santa Catalina de Siena curaba enfermos con aceite bendecido, y le prohibieron hacerlo, porque creían que utilizaba el óleo del sacramento de enfermos, sin ser ella sacerdote ministerial. . .).

"El aceite. . ., es signo de curación, pues suaviza las contusiones y las heridas" (Is 1,6; Lc 10,34). (no 1293).

No debe confundirse nunca la curación carismática con aceite bendecido y la curación a través del sacramento de la unción de los enfermos (no 1510-1523). "La unción de los enfermos expresa curación y consuelo" (no 1532). (Este sacramento actúa con frecuencia carismáticamente y hemos visto desaparecer por él cánceres, dolores cervicales de vértebras, etc.)

  • Sanación por el perdón.

"El perdón de Dios inaugura la curación (Sal 32,5; 107,20; Mc 2,5-12)" (n° 1502). El perdón es curativo en el ámbito espiritual, psicológico y físico. Al paralítico Cristo primero le perdona los pecados (Mc 2,5: "Hijo, se te perdonan tus pecados"), y luego lo sana (Mc 2, 11: "Ponte en pie, carga tu camilla y echa a andar").

(Un joven de 28 años quedó curado de asma, que padecía desde los 3 años, fecha en que les abandonó su padre dejándolos en la miseria, tras haber perdonado a su padre. Perdón y sanación física tienen una relación íntima).

  • Sanación por la Palabra de Dios.

La Sagrada Escritura, a veces es usada carismáticamente para sanar enfermos. La lejana palabra del Salmo 107 nos revelaba esta promesa: "Envió su palabra para curarlos, para salvarlos de su perdición" (Sal 107,20). San Francisco Javier enviaba a su joven monaguillo a leer un evangelio al enfermo y éste curaba; mandó leérselo a un muerto y éste resucitó. (Con la lectura del Salmo 27, exclusivamente, vi curarse a una religiosa de graves problemas emocionales). Cristo es la verdadera Palabra de Dios que nos sana.

  • Sanación en conexión con la persona de Cristo.

Todo lo relacionado con Cristo nos sana.

. Sanación por las llagas de Cristo. El profeta Isaías nos decía que Dios "descargó sobre Él el castigo que nos sana y con sus cicatrices nos hemos curado" (Is 53,5b). San Pedro nos recuerda que "por sus llagas hemos sido sanados" (IP 2,24). Podemos orar: Señor, escondemos en tus llagas este cáncer. (Curiosamente las llagas de la corona de espinas de Cristo, a veces, curan de jaquecas, migrañas, insomnios).¡

. Sanación por invocación del Nombre de Jesús. Su invocación repetida produce efectos de paz en las almas y a veces de sanación en el cuerpo: "Por su nombre ha sido restablecido éste que vosotros veis y conocéis" (Hch 3,16).

. Sanación por increpación a la enfermedad en Nombre del Cristo: "Él increpó a la fiebre, en la suegra de Pedro, y la fiebre se fue" (Lc 4,39).

  • Sanación por el Amor de Dios, aceptado en nuestras vidas.

Este amor se convierte en presencia sanadora del Espíritu Santo. Cuando toca nuestras llagas físicas puede curarlas. Cuando pasa por hechos y acontecimientos negativos, que nos dejaron recuerdos dolorosos, se convierte en sanación de recuerdos. La presencia misericordiosa de Cristo, en las heridas de nuestro subconsciente y de nuestra conciencia, nos cura también al nivel de emociones mientras que el psicoanálisis, a veces, sólo nos ordena en el ámbito de comprensión intelectual de nuestros males psicológicos. Cristo siempre trata de curar al hombre completo: "Su amor de predilección para con los enfermos no ha cesado a lo largo de los siglos" (no 1503).

  • Sanación por el carisma de curación.

"El Espíritu Santo, nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica, da a algunos un especial carisma de curación (I Cor. 12,9. 28.30) para manifestar la fuerza de la gracia del Resucitado". (no 1508).

La plenitud de vida y de salud del Resucitado puede comunicarse a los hombres enfermos, transformarlos y sanarlos. Este carisma de curación ha existido siempre en la Iglesia, aunque en nuestros días parece haberse democratizado en el pueblo cristiano y carismático. (Puede consultarse el libro del P. Tardif "Jesús está vivo", México, 1984).

  • Sanación con el carisma de conocimiento.

El Espíritu Santo puede descubrir la raíz espiritual, moral, psicológica o fisiológica de un mal, para que haciendo presente a Cristo en esta raíz del mal, el enfermo se cure. (El P. Emiliano Tardif avisa al final de una Eucaristía que Jesús está sanando la columna de un sacerdote que está detrás de él y que tiene dolores al confesar. Desde aquel día este sacerdote no vuelve a sentir dolores en el torturante confesionario. El P. De Grandis anuncia que el Señor está curando a un sacerdote con luxación en su muñeca derecha. Pregunta quién es el curado y nadie contesta. Pide luz a Dios y se dirige a un sacerdote y le dice: El curado eres tú. Efectivamente era así).

  • Sanación por la fe.

Cristo suele actuar según la medida de fe de los que se acercan a El. "Si crees, verás la gloria de Dios" (Jn 11,40), dice Cristo antes de la resurrección de Lázaro a Marta. "Tu fe te ha sanado" (Mt 9,22), dice Cristo a la mujer con años de hemorragias y posible cáncer de útero.

"Sanando enfermedades y perdonando pecados, Jesús siempre responde a la plegaria del que le suplica con fe: 'Vete en paz, ¡tu fe te ha salvado!"' (no 2616).

OTRAS OBSERVACIONES

1.1. Al hablar de sanación cristiana y carismática no debemos olvidar nunca el sentido cristiano del dolor. El P. Michael Scanlan (New Covenant 1973) escribía acertadamente sobre curación:

"Al tratar de Sanación, debemos elevar nuestra visión por encima de los problemas aislados y contemplar cómo Dios llama al hombre a participar de la vida plena en el CUERPO DE CRISTO. No podemos aislar ninguna enfermedad o herida - sea una pierna quebrada, un cáncer o un complejo de inferioridad- de la visión que Dios tiene de la IGLESIA como el CUERPO DE CRISTO, de los hombres como unidos a este cuerpo y de las heridas como partes dolientes de toda la persona".

Hay enfermedades que tienen un sentido expiatorio dentro de todo el Cuerpo de Cristo; por ellas la Iglesia se asemeja a Cristo paciente y el Padre les da un sentido maravillosamente corredentor, completando nosotros la que falta a la pasión de Cristo. En cambio, otras veces, la gloria de Dios será que el enfermo se sane.

2. El servicio de sanación carismática: Aunque fundamentalmente la sanación cristiana que expone el Catecismo de la Iglesia Católica es esencialmente la misma realidad operativa que la sanación carismática, sí se puede notar diferencias de impostación, énfasis o matiz, en el modo de practicar la sanación entre los carismáticos.

2.1. Con la Renovación Carismática en el mundo son hoy muchos más los cristianos que ejercen su sacerdocio común con poderes sacerdotales, proféticos y reales de tipo carismático, y que ejercen el poder de la oración y de la fe, cuando piden por los enfermos con imposición de manos.

2.2. También se experimenta un aumento cuantitativo de sanaciones de las más diversas enfermedades fisiológicas, psicosomáticas, psicomentales y del espíritu con más desarrollo de la fe y la esperanza en los creyentes. El Reino de Dios se hace como más presente y visible en estos casos. Pudiéramos decir que el Espíritu Santo está democratizando las sanaciones a través de la Renovación Carismática.

2.3. En ella es pensamiento comúnmente aceptado que los dones o carismas de curación se reciben ya desde el bautismo, pero que se mantienen en paro, latentes e improductivos por parte de los cristianos que no oran por los enfermos y no los usan desde la fe.

2.4. Al lado del carisma de sanación se emplean con frecuencia en la Renovación carismática otros carismas, como la palabra de conocimiento, anunciando en público las curaciones que el Señor Jesús está realizando.

2.5. El servicio de sanación se extiende algunas veces en la Renovación Carismática a la oración de liberación por personas, oprimidas por influencias diabólicas, a las que no mejoró ni el largo tratamiento psiquiátrico, y sí alcanza el poder liberador de Cristo sobre los espíritus del mal. El psiquiatra inglés Dr. Kenneth McAlI reconoce las ventajas de la oración de liberación cuando fallan los métodos psiquiátricos en su libro Healing the Family free (Shelton 1982) . Esta oración de liberación no es frecuente fuera de círculos carismáticos. La utilizan con cierta frecuencia y en ciertos casos difíciles psiquiatras cristianos y carismáticos, tanto católicos como de otras denominaciones. La oración de liberación suele tener efectos poderosos en los afectados por opresiones e influencias diabólicas.

2.6: La sanación por la oración en lenguas es común en la Renovación Carismática. Muchas veces no sabemos lo que conviene pedir en casos difíciles. En estos casos es buena la oración de tipo de balbuceo carismático, dejando que el Espíritu se exprese en nosotros con gemidos inenarrables (Rom 8,26). San Alfonso M. de Ligorio recomendaba esta oración a los sacerdotes en casos de liberación, cuando el penitente se asustaría si se orara en voz alta.

2.7: La sanación de recuerdos o del subconsciente negativo es bastante frecuente y de algún modo característica de la sanación carismática. (El miedo desde antes de nacer, el miedo a animales (gato, perro, vaca); el miedo por accidentes, vividos anteriormente, suelen curarse haciendo presente a Cristo sanador en esa circunstancia y oyéndole que nos dice: "No temas; yo te protejo. Mira, no te ha pasado nada grave. Te doy mi paz. Confía en mí. Yo cuido de tu futuro...").

2.8. También es común, aunque no exclusiva, entre carismáticos la sanación del árbol familiar; como explica el Padre Robert DeGrandis en su libro Sanación intergeneracional. ( 1992, Sereca, Madrid).

Nos recuerda el P. DeGrandis en Sana a tu hermano (México, Libr. Parr. Clavería, S.A.), p. 52, que Bob, joven hombre de negocios, sentía dolores de cabeza fuertes y miedo al nadar en la parte profunda de la piscina. Se pidió una palabra de conocimiento y salió 'barco'. Pero barco no significaba para el joven ejecutivo nada especial. Al fin recordó a un primo marino, prisionero en la Segunda Guerra Mundial, al que mataron los mismos americanos al torpedear al barco enemigo donde estaba prisionero. Se rezó por sanación de recuerdos y por el descanso eterno del familiar difunto para que el Señor le sanara de la angustia del naufragio y de la muerte. Los dolores de cabeza al nadar en lo profundo de la piscina desaparecieron para siempre.

A veces, la propia sanación ocurre a través de la oración por alguien ajeno al propio árbol genealógico. Recuerdo el caso de una niña de ocho años que repetía a su madre: Tú no eres mi madre. Mi madre es una señora rubia que me visita cada noche. Los tratamientos psiquiátricos resultaron ineficaces. Al orar por la niña llegó el recuerdo de una señora rubia alemana que había vivido en la vecindad de la familia de la niña. Se recordó que había perdido a su hija única en accidente y que había venido a España para olvidar. No lo logró, y una noche se suicidó desde el acantilado del mar. Cuando se oró por la señora alemana suicidada, por su hija muerta en accidente y por la niña española con problemas psicológicos, ésta volvió a dormir bien y dejó de ver a su supuesta madre en las apariciones nocturnas. No tuvo que volver a psiquiatras ni a psicoanalistas.

2.9. El descanso en el espíritu aparece a veces en la Renovación carismática como fenómeno de sanación interior o física. En estos casos el cuerpo pierde estabilidad y cae al suelo sin movimiento, mientras la mente sigue despierta a la acción de Dios. Encontramos casos parecidos en la Escritura Sagrada como sucedió en el caso de Saulo a las puertas de Damasco (Hch 9,3-6). Cae al suelo y sigue escuchando la voz del Señor, mientras en él se produce una profunda sanación interior. El profeta Daniel, ante la presencia divina, cae en tierra sin poder moverse (Dn 10,9-10). Y algo parecido sucede con el niño epiléptico curado por Cristo, tras quedar inmóvil en tierra y como muerto (Mc 9,26).

2.10. Una modalidad bastante común de curación carismática es el equipo de sanación. Varios hermanos discernidos y con la llamada a orar por enfermos, con enfermedades graves o con psicologías rotas, oran conjuntamente como equipo de sanación. Uno tiene el carisma de curación, otro el don de conocimiento, otros conocimientos médicos o psicológicos y alguno posee conocimientos teológicos o práctica pastoral o sacerdotal. Juntos estudian y tratan los casos más difíciles en comunidad de fe y dentro del debido secreto profesional. Así sucede con las comunidades sanadoras de las Bienaventuranzas, de Naín de Francia.

2.11. Las misas de sanación son muy frecuentes en la Renovación carismática. En ella se pide de un modo especial por los enfermos, aunque toda Eucaristía, por sí misma, ya es sanadora. Son muy conocidas las misas de sanación del P. Tardif, por las curaciones que en ellas se producen.

2.12. Dentro del ambiente carismático brotó también la Asociación de terapeutas Cristianos asociados, que comparten sus experiencias y sus estudios de sanación carismática y tratan de que la curación por Cristo llegue al mayor número posible de hombres heridos, enfermos y necesitados. Suelen tener sus convenciones anuales.

CONCLUSIÓN

Las modalidades de la sanación carismática son múltiples, pero la raíz profunda y subyacente en toda sanación cristiana es el poder sanador del Espíritu de Jesús, el amor misericordioso del Padre y la actuación compasiva del Señor Jesús Resucitado, que comunica, según el designio del Padre, su restauración redentora a la humanidad herida y enferma en todos sus estratos: en el subconsciente y en consciente, en el cuerpo y en el alma, en lo espiritual y en lo orgánico.

No debemos despreciar las manifestaciones de la sanación carismática y cristiana en la Iglesia. Son una señal de que el Reino de Dios está presente con fuerza y con poder entre nosotros. Si estas señales faltan, tal vez, sea porque el Reino de Dios y nuestra fe están invernados, latentes e inactivos. Si la Iglesia no ejercita este ministerio de sanación muchos de nuestros católicos enfermos van a acudir a otras iglesias que utilizan este ministerio, o acudirán a curanderos, brujos o visionarios, que tratan de curar con poderes parapsicológicos o espiritistas, que terminan alejándolos de la Iglesia a la que ven como demasiado racional, fría y desencarnada de las expectativas de sanación en Cristo para los sencillos. Tenemos que enseñar a nuestro pueblo enfermo a acudir desde la fe a Cristo, el sanador y médico de los cuerpos y de las almas.

viernes, 16 de octubre de 2009

EVANGELIZACIÓN PARA ÉSTE FIN DE SEMANA

1.- VIERNES 16 DE OCTUBRE, A LAS 20,00 ,HORAS, MISA DE SANACIÓN EN LA PARROQUIA SANTIAGO APÓSTOL, CON EL PADRE EDUARDO.

2.- DOMINGO 18 DE OCTUBRE, A LAS 15,30 HORAS, MISA DE SANACIÓN EN LA PARROQUIA DEL BUEN PASTOR, CON EL PADRE JULIO.
Anunciar la Buena Nueva, con signos, prodigios y milagros. Que los hermanos y hermanas vean que Jesús es el mismo ayer , hoy, y siempre.

martes, 13 de octubre de 2009

PUNTA DE TRALCA 2009: ¡UN ENCUENTRO QUE NOS LLAMA A SER DISCÍPULOS Y MISIONEROS DEL REINO DE DIOS, BAJO EL FUEGO DEL ESPÍRITU SANTO!

Bajo la atenta y maternal Presencia de la Virgen María, transcurrió este encuentro, lleno del Espíritu Santo!

LA ASAMBLEA DE ORACIÓN:
Aquí estamos, en oración, en la presencia del Señor. Si pudiésemos sintetizar en una palabra lo que fue este encuentro, diríamos: Amor....porque Dios es Amor...y Dios estuvo allí...¡Amén!

¡Buscate hermano, hermana.......por aquí estamos........

LA EUCARISTIA:
Cada día, el centro del Encuentro de Punta de Tralca 2009, fue la Eucaristía.Y , a partir de allí, todo el quehacer fue para el Señor, y con el Señor. ¡Gracias Señor, porque Tú estuviste siempre con nosotros!

LOS DIRIGENTES DEL SEÑOR:
En la imagen de María José Cantos, servidora Nacional, y Roberto Muñoz, Servidor regional de la zona Centro Sur, rendimos un tributo de agradecimiento en el Señor a todos los innumerables servidores que trabajaron para que Punta de Tralca 2009 fuese lo que fue: Un encuentro multitudinario, lleno de fraternidad, de mucha oración y presencia del Espíritu santo. ¡Bendiciones para los servidores del Señor!

LOS JÓVENES:
Llenos de paz y de gozo, circulaban por todos lados, sirviendo, compartiendo, alabando y orando con devoción. La Renovación Carismática Chilena se llena de satisfacción con sus jóvenes. Estamos con ustedes, para apoyarlos, y para amarlos....¡Benditos sean!


Los jóvenes llenaron de alegría y de servicio este encuentro de Punta de Tralca. Los encontrábamos en la alabanza, en el servicio, en la música, en el dialogo fraterno, en la alegría de conocer al Señor, y en el gozo de sentirse amados por los adultos. Fue una gran satisfacción ver cómo la renovación se nutre de nueva vida a través de tantos adolescentes y adultos jóvenes que aman sinceramente al Señor.


¿ CÓMO SER DISCÍPULO DEL SEÑOR?
La Renovación Carismática, viviendo un permanente Pentecostés, hace que la Nueva Jerusalén, la Iglesia, siga siendo aquella que en el Cenáculo se llenó del Poder del Espíritu Santo.Y ese Pentecostes,tenemos que vivirlo cada uno de nosotros. Ese es el legado de la Renovación: Pentecostés ahora.
El Padre John Mario Montoya, en encendidas predicaciones, nos contó cómo el Señor lo fue llamando y moldeando, hasta llegar a ser el sacerdote que predica al Señor, apoyado en el fuego del Espíritu santo.
Para ser discípulo del Señor, nos señaló, no debemos decir: "Cuando yo me convertí"....sino " cuando yo inicie mi proceso de conversión" La conversión es permanente, continua, de cada día, para los discípulos de Jesús, para cada uno de nosotros.
No imitadores, sino seguidores: El Padre John Mario nos llamó a " no ser imitadores, sino seguidores de Cristo". La palabra imitador, nos dijo, refleja una actitud pasiva, y en cambio, ser seguidor, implica una vivencia, una actividad, un crecimiento y un desarrollo espiritual tendiente a ser discípulo de Jesús, para entregar la vida por entero a El.
Para cerrar su predica nos llamó a alabar al Señor, pues, como la canción lo dice " Cuando el pueblo alaba a Dios, suceden cosas maravillosas".



¿DÓNDE ESTÁ EL REINO DE DIOS?
Venga tu Reino, es el tema que desarrolló el Padre Jaime Kelly. Y a la pregunta sobre el Reino de Dios, nos señaló enfáticamente que el Reino de Dios, está en medios de nosotros, dentro de nosotros. Es la certeza de la Buena Nueva que vive y crece fecundamente en cada bautizado, en cada creyente.
¿CUAL ES TU MISIÓN?
El Padre Jaime Kelly fue certero: Anunciar que el Reino de Dios está en medio de nosostros, y con nosotros, pero " con señales, prodigios y milagros".Nos llamó a una evangelización con signos, predicando la palabra de Dios, y orando por los enfermos cada vez que se pueda. No importa el lugar, el tiempo y las circunstancias, debemos ser cristianos que le creen a Dios.
Y en medio de una impresionante cantidad de testimonios actuales, el Padre Kelly nos mostró cómo el Señor está presente en medio de su pueblo, sanando a los enfermos, consolando a los atribulados. Por eso, estamos llamados a Evangelizar, a visitar a los enfermos en los hospitales, a los encarcelados, llevando una esperanza cierta: Jesús está en medio de nosotros, con Su Reino de Amor.
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ES UNA SINTESIS, EN LA CUAL PRETENDEMOS ENGLOBAR ALGO INEFABLE: LA PRESENCIA DE DIOS, EN TRES DÍAS DE GLORIA. LO ESENCIAL, ESTÁ EN EL CORAZÓN DE CADA UNO, Y EN EL CORAZÓN DE LA RENOVACION: JESÚS.

lunes, 12 de octubre de 2009

PUNTA DE TRALCA 2009 "VENGA TU REINO":¡UN EXITO!

Hermanas de Los Ángeles, alabando a Dios

(Pincha las fotos para agrandar)
La Imagen de la Virgen María, mirando a sus hijos, .... y a sus espaldas, el océano pacífico
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Mañana, un completo reportaje a este congreso nacional de los lideres de la RCC de Chile. ¡Fue un éxito en oración, en alabanza, en formación, y en Amor y Unidad!

El Grupo NERIA, de Los Ángeles, en plena alabanza.


El mar,domina a lo largo y ancho de la casa de retiros, y da el marco especial para la Adoración y la contemplación

miércoles, 7 de octubre de 2009

PUNTA DE TRALCA 2009 "VENGA TU REINO"


Desde el viernes 09 al domingo 11 de octubre, la Renovación Carismática de Chile tiene su Encuentro Nacional, el que se realizará en el hermoso lugar llamado Punta de Tralca, a orillas del mar., en la quinta región.
Entre los invitados a éste evento nacional se encuentran el Sacerdote Jaime Kelly y John Mario Montoya, de reconocida trayectoria en el mundo católico-carismático, y muchos invitados más del propio pais.
Allí se encontrarán los hermanos dirigentes de todo Chile, para dialogar, reflexionar, orar y crecer junto al Señor, en alas del Espíritu Santo.


jueves, 1 de octubre de 2009

EN EL TEMPLO....¿PASAS A SALUDAR A JESÚS, Y A CONVERSAR CON ÉL?

LA ORACION Y EL VALOR DE LAS VISITAS AL SANTISIMO




Iglesias cerradas, una herida en el cuerpo de Cristo

El combate de la oración, según el cardenal Schönborn

ARS, jueves, 1 octubre 2009 (ZENIT.org).- “Es una grave herida en el Cuerpo de Cristo que las iglesias tengan las puertas cerradas”, observó el cardenal Christoph Schönborn, op, arzobispo de Viena, que dió este miércoles su tercera meditación sobre el tema “Oración y combate espiritual”, en el retiro sacerdotal internacional en Ars, en el marco del Año Sacerdotal.

El combate por excelencia, afirmó, es el “combate de la oración”, pero el combate de la oración “es también la cuestión del lugar de la oración”.

El cura de Ars, instruyendo a sus parroquianos, exclamaba mirando al tabernáculo: “¡El está ahí, está ahí!”. Esta es para nosotros, subrayó el predicador, una “invitación constante a aprovecharnos de ello”.

Sin embargo, reconoció, “en Austria, mantenemos una lucha constante para conservar nuestras iglesias abiertas, accesibles a los fieles y a los otros que buscan, pues es una grave herida en el Cuerpo de Cristo que las iglesias tengan las puertas cerradas”.

“Haced todo lo posible, y lo imposible –recomendó el cardenal Schönborn--, para permitir a los fieles y a las personas que buscan a Dios –y que Dios espera- tener acceso a Jesús en la Eucaristía: ¡no cerréis las puertas de vuestras iglesias, por favor!”.

“¡No lo comprendo –insistió el arzobispo de Viena--, esto no es soportable! Mucha gente no va ya a misa, es demasiado complicado para ellos, no saben más, esto se les ha hecho extraño, pero se constata una cosa: vienen a la iglesia si está abierta, para encender una vela, sí, o la abuela viene con sus nietos, no van a misa pero vienen a encender una vela ante la Virgen que les acogerá. ¡Dejemos nuestras iglesias abiertas!”.

Y añade: “¡No es malo que el sacerdote sea sorprendido en flagrante delito de oración ante el tabernáculo!”.

El cardenal austríaco confió a sus hermanos sacerdotes del mundo entero este recuerdo de infancia: “En Vorarlberg, por la tarde, había una luz en la iglesia: era el señor cura que rezaba allí. Esto quedó grabado en mi memoria”.

Y concluyó: “El combate de la oración es verdaderamente el combate de nuestra vida”.