"Aquellos que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas, levantarán alas como águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán” Isaías 40:31.
Al final del año, todos corremos, agitados, desesperados, tratando de ganar tiempo para hacer tantas cosas y cumplir tantos compromisos.
Y, en ese correr, se nos va la vida, lo hermoso de este mes de diciembre, y lo espiritual y tierno de estas fiestas de fin de año, que nos sirven para acercarnos a la familia, al hogar, a Dios.
Los invito a pensar en Jesús. Sólo Él tiene la paz exacta, la luz verdadera. Todo lo demás es sucedáneo, débil reemplazo de lo verdadero.¡Vuelve los ojos a Jesús, cálmate, modera tu correr y tu hablar, mira a los demás como lo haría Jesús....y tú, también , mírate y amate como lo haría Jesús!
Y, en ese correr, se nos va la vida, lo hermoso de este mes de diciembre, y lo espiritual y tierno de estas fiestas de fin de año, que nos sirven para acercarnos a la familia, al hogar, a Dios.
Los invito a pensar en Jesús. Sólo Él tiene la paz exacta, la luz verdadera. Todo lo demás es sucedáneo, débil reemplazo de lo verdadero.¡Vuelve los ojos a Jesús, cálmate, modera tu correr y tu hablar, mira a los demás como lo haría Jesús....y tú, también , mírate y amate como lo haría Jesús!
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